miércoles, 30 de diciembre de 2015

Manifiesto navideño y norteño

(Fotografía de La Provincia)


"Y yo que para ti solo fui una holgazana
y hoy soy la guardiana de tus días de horror.
Te quiero a morir..."
 (Oda de Santa Clau a Papá Marqués)

NOS, Santa Clau y Papá Marqués, reunidos en la punta de arriba del Morro de Tababaire a donde hemos accedido compartiendo camello para ahorrar costes al contribuyente, MANIFESTAMOS:

            Ante este vasto territorio que contemplamos y que antaño fue nuestro dominio y donde, todavía hoy, una ardilla puede ir desde El Cotillo a Corralejo, desde Tindaya a La Caldereta, pisando solo nuestras propiedades, escudriñamos con tristeza el oscuro futuro que se cierne sobre este municipio ante la posibilidad de quedar desamparados sin nuestra benefactora tutela.

            NOS, que llevamos casi tres décadas sin trabajar, sacrificando nuestro tiempo y carreras profesionales en pro de los vecinos, que hemos tenido que realizar los más bajos menesteres siendo concejales, alcalde y alcaldesa, senador y senadora, diputado y diputada, nos vemos en la necesidad de unir nuestras menguadas energías para que las fuerzas del mal -siempre alerta- no se hagan con las riendas de nuestro municipio.

            NOS, que fuimos capaces de urbanizar ilegalmente Majanicho, que seguimos teniendo en nuestro punto de mira la montaña de Tindaya, que compartimos despotismo y nepotismo, que sacrificamos el dinero de los Servicios Sociales para gastarlos en las fiestas, que defendemos los intereses de la RIU por encima del interés colectivo, que compartimos imputaciones, que juramos odio eterno al ecologismo, que con una mano agitamos la bandera española y con la otra la bandera canaria, que hemos conseguido endeudar a La Oliva (con la inestimable colaboración de nuestra paje socialista), mostramos nuestra sacrificada disposición para, olvidando simuladas rencillas, dirigir los destinos de nuestro querido y nunca escarmentado pueblo.

            Y es por ello que NOS, herederos ideológicos de los Coroneles, hacemos un llamamiento público para que el 2016 nos traiga gloria, poder y, a ser posible, un cerrajero que nos abra los candados del Ayuntamiento y, de paso, le cierre la entrada a la dignidad.

martes, 20 de octubre de 2015

Disquisiciones masculinistas (con perdón)



Vean ustedes el vídeo. Dura solo un minuto. Verán todas las burradas que se pueden decir en un minuto en el ámbito público. Imagínense en el privado. El que habla, el alcalde condenado por prevaricación, da una lección de semántica sin que nadie se la pidiera. Es más, imparte la osada y magistral clase de lingüística interrumpiendo a la concejal que presenta una moción de condena de la violencia machista.

En ese ambiente el macho de las dunas se encuentra como sanguijuela en la charca. Sabe de lo que habla. Hace años se refirió a la política Cristina Almeida expresando (es un decir) que hubiera optado por el celibato si todas las mujeres hubieran sido como ella. Luego le tocó el turno a Olivia Estévez, que se presentaba a las elecciones municipales en el marquesado del macho, advirtiéndole (es otro decir) que ninguna hembra desfondada le iba a quitar la alcaldía de La Oliva. Y, cuando por fin una mujer, Claudina Morales, accedió a la alcaldía, se despachó con ella por ir al Ayuntamiento con minifalda y pantalones ajustados. Con este currículo (que se sepa) se considera lo suficientemente preparado para explicar a la corporación y al mundo en general el error de una palabra -machista- que, cual cruzado, intenta que desaparezca del vocabulario de la mujer (sic).

En el pleno del vídeo la concejal habla de los asesinatos machistas y el Marqués se da por aludido. Y el hombre, masculinista él, se manda un un soliloquio que no se aclara. No sabe distinguir entre sexo y género como tampoco sabe distinguir entre democracia y lo que él practica. Y ya no sabemos si el cargo le sigue quedando demasiado grande, el diccionario demasiado chico o ambas cosas.

sábado, 10 de octubre de 2015

El hermanamiento

(Tarrafal de Sao Nicolau)


Juan José Cazorla fue alcalde de Antigua entre 1999 y 2007. En 2002 fue detenido como cabecilla de una red empresarial y política que se lucraba cobrándole una tasa monetaria a otros empresarios que intentaban construir o montar sus negocios en El Castillo, la zona turística del municipio. En 2005 fue condenado, por el delito de cohecho, a un año y medio de prisión, seis años de inhabilitación para cargo público y una multa de más de 270 mil euros. El sistema judicial español lo mantuvo en su puesto de alcalde hasta que en 2007 el Tribunal Supremo ratificó la condena.

Juan José Cazorla es gerente, junto al empresario Raúl Souto Sésar, de la empresa constructora Foques 33 S.L. Su actividad -constructora e inmobiliaria- se ha centrado en El Castillo y en Puerto del Rosario. Cuando por fin se ejecuta la condena por cohecho, Juan José Cazorla y Foques 33 S.L. ya habían comenzado su expansión empresarial en el archipiélago de Cabo Verde, especialmente en la isla de Boa Vista donde, según la memoria empresarial de Foques S.L., ejecutan una obra por valor de más de 230 millones de euros.

En 2009 Cazorla , con residencia en Boa Vista, acompaña al alcalde del municipio de Tarrafal (isla de Sao Nicolau, Cabo Verde) a una visita institucional y empresarial a Fuerteventura. Fueron recibidos por el presidente del Cabildo, por la alcaldesa de Antigua y por el alcalde de Puerto del Rosario sin que ofreciesen ningún reparo a que un condenado por cohecho hiciese de acompañante y cicerone. Por entonces el alcalde delincuente se había construido una nueva casa en la localidad de Joao Baptista, en el municipio de Tarrafal de Sao Nicolau.

En el año 2015, cumplida la condena que lo inhabilitaba, Juan José Cazorla gana las elecciones en Antigua y forma grupo de Gobierno con los concejales del PP. De 3.349 personas que votaron, 1.058 optaron por elegir a una persona que siendo alcalde se enriqueció o intentó enriquecerse utilizando su posición política al frente del ayuntamiento. En el primer pleno municipal se subieron los sueldos del alcalde (49.397 euros anuales) y de los concejales del grupo de gobierno (43. 317 euros anuales).

En el pleno municipal del 24 de septiembre, los votos del APA (partido del alcalde) y el PP sirven para aprobar un hermanamiento “con un municipio de un país que acoge numerosos proyectos empresariales, turísticos y hoteleros de Fuerteventura y Antigua. Con este Hermanamiento, Antigua pretende intensificar el intercambio de experiencias culturales como exposiciones, espectáculos de música, teatro, etc, así como iniciativas educativas, deportivas, comerciales, fomentando también la realización de actividades comunes como exposiciones, congresos y encuentros formativos, sectoriales, o de diferentes colectivos sociales(Web del Ayuntamiento de Antigua).

El municipio con el que se ha hermanado Antigua carece de cualquier vínculo histórico, toponímico o sentimental con el municipio majorero. La única vinculación con el municipio hermanado -Tarrafal de Sao Nicolau- es que en él construyó su casa Juan José Cazorla Hernández cuando se fue de Fuerteventura después de ser condenado por exigirle a un empresario que le pagara 45 millones de pesetas para agilizar las licencias municipales. ¿ Se puede tener más poca vergüenza?


lunes, 28 de septiembre de 2015

El Marqués

(Napoleón, el dictador de Rebelión en la Granja)


Algunos periodistas que bucean en el mar de las coletillas afirman que Domingo González Arroyo, el Marqués, es un animal político. Ese animal, cuyo último bufido ha sido el de amenazar de muerte a un concejal, ha sido alimentado por muchos durante mucho tiempo. Gente que se vendía por un camión de picón, por un permiso verbal, por un puestito para el cuñado. Gente orgullosa de que el ejemplar la abrazara por la calle, de que el cacique la recibiera en su despacho entre planes urbanísticos ilegales. Gente que te explicaba que de elegir entre ladrones siempre era preferible quedarse con uno que repartía parte del botín.

El político animal fue engordado por la ignorancia, el conformismo y la colaboración de una parte de esa ilusión llamada pueblo. Otra parte sufría sus excesos, la persecución, el acoso, la proscripción. Como Napoleón, el cerdo dictador de Rebelión en la granja, convirtió su municipio en su cortijo, con su propio código jurídico y social cuyo primer artículo establecía que todas las personas eran iguales, pero las que votaban al macho de las dunas eran mucho más iguales.

La criatura aguantó veinticuatro años en el poder. En 2003 dejó de ser alcalde y sonaron los voladores en La Oliva. Pero los nuevos gobernantes, tras tantos años denunciando públicamente los desmanes del Marqués, fueron incapaces de llevarlo a los tribunales, no encargaron ninguna auditoría para demostrar el uso ilícito del dinero público y continuaron dándole forma legal a tantos planes urbanísticos y a tantos chanchullos heredados. Partidos políticos como el PSOE o CC, con unas agigantadas estructuras administrativas, con enormes recursos monetarios y con amplios y variados asesores jurídicos, miraron para otro lado. Solo los colectivos ecologistas y personas independientes provenientes del ámbito asociativo municipal se mantuvieron, desde el principio, en el empeño de que esa subespecie dañina desapareciera de la escena política. A muchas de esas personas el enfrentamiento con el Marqués les ha significado tener menos salud, menos dinero y más enemigos.

Mientras el PSOE y CC le tendían la mano al animal político en el Cabildo a cambio de silencio, ofreciédole prebendas como la de participar en el Consejo de Administración de ese parque de ocio empresarial llamado Parque Tecnológico, dos personas -Domingo Martínez Berriel y Redvers Brown, en representación del colectivo ecologista Agonane- consiguieron, gracias a su denuncia ante la fiscalía, que el Marqués fuese condenado a nueve años de inhabilitación para cargo público.

Pero ahí sigue, sentado en su sillón de mando y arropado por sus silenciosos vasallos y por el PP, CC y Nueva Canarias, desviando el dinero para la asistencia social hacia las fiestas. Y ahí sigue, bramando exabruptos y amenazando con el cementerio a quien le ose replicar. Y ahí sigue porque, todos los que le han reído sus estúpidas gracias, los que manifiestan que esas son las cosas del Marqués, los enemigos de paja que le han tendido la mano, lo han cebado hasta convertirlo en el político animal que es.

lunes, 21 de septiembre de 2015

La fiesta

Fotografía de Gabriel Fuselli


Aunque parezca mentira hay territorios en Canarias donde toda su ciudadanía vive feliz y contenta, ajena a las crisis, sin preocupaciones derivadas de la caótica realidad social, probablemente fingida, que se vive en otras zonas. Ya sabemos, a estas alturas, que los discursos desde el poder y los medios de persuasión dibujan una realidad alternativa – un Matrix o una Arcadia- como modo de incidir en la población. De esta manera a veces se consigue que algunas personas, que vagan su existencia por los márgenes o en el propio abismo de la exclusión, terminen por creer que ese crecimiento del número de turistas o del producto interior bruto es su felicidad y que lo que es bueno para el telediario también lo es para ellas.

Pero, a pesar de tanta imaginería y de tanto intento por convencernos, la realidad existe y se ve y, lamentablemente, también se sufre. Cuando el colapso del sistema ha aumentado las desigualdades en el Estado y en Canarias hasta niveles inconcebibles e intolerables, la mayoría de las instituciones siguen tomando decisiones como si la falsa ilusión de aquel estado inmobiliario del bienestar siguiera existiendo.

Algunas de esas instituciones llegan a disimular con éxito sus decisiones contrarias a la justicia social y al sentido común. Sobre todo porque no nos enteramos, ya que tal labor es imposible de conocer. ¿Sabe usted, por ejemplo, cuántas personas, al margen de los cargos electos, han encontrado un plácido echadero institucional tras las últimas elecciones? Habría que rastrear, en una insufrible labor de detective, los nombramientos oficiales uno a uno ya que ni el Gobierno de Canarias y ni la mayoría de las instituciones hacen pública la lista de esa cohorte de enchufados que sostenemos con nuestro dinero.

Pero en otras ocasiones los propios procesos administrativos hacen que trasciendan las comedias, los esperpentos, las ofensas. Es el caso del Ayuntamiento de la Oliva, donde la mayoría de la corporación decretó oficialmente a ese municipio como zona libre de pobres, exenta de conflictos familiares o de violencia de género, sin domicilios con dificultades económicas, ajena a cualquier problema que precise la intervención de profesionales del trabajo y la asistencia social.

Eso al menos es lo que se deduce del acuerdo plenario del 31 de agosto donde la mayoría de la corporación aprobó que 55.000 euros, destinados al apoyo técnico a los Servicios Sociales, se derivaran a las fiestas patronales. Para conseguir tal obscena transferencia tuvieron que convocar un pleno y por eso nos enteramos. Las señorías del Partido Progresista Majorero (cinco concejales, con su condenado y campechano alcalde a la cabeza), del Partido Popular (tres concejales) y de Nueva Canarias (dos concejales) votaron a favor de que los voladores y los Pepe Benaventes son más importantes y urgentes que los problemas de la gente más desfavorecida del municipio. Como la mayoría plenaria es de once concejales la modificación presupuestaria salió adelante gracias a la inestimable y vergonzosa colaboración de los cinco concejales de Coalición Canaria. Votaron en contra de este oprobio los tres concejales del PSOE y los tres de Votemos.

Cómo ha debido de ser la cosa que hasta Cáritas, poco dada en realizar críticas directas a las instituciones, les ha afeado su insolidaria e hiriente decisión. En su comunicado Cáritas Parroquial La Oliva – Corralejo aporta datos y una juiciosa crítica: El personal del departamento se reduce a "dos trabajadoras sociales y una psicóloga -no tienen auxiliar de ayuda a domicilio- que están saturados. Conseguir una cita puede hacerse esperar casi dos meses", añadiendo que "los Servicios Sociales se rigen por un modelo meramente asistencialista que no llega a toda la población. Actualmente, la atención a las personas, la prevención y la promoción social no se trabajan adecuadamente debido a los recortes llevados a cabo por este Ayuntamiento". (La Provincia, 21 de septiembre de 2015)

Así que, parias de Canarias, pobres del archipiélago, fijen urgentemente su residencia en La Oliva; sus miserias, sus agobios y sus problemas desaparecerán y si no, por lo menos, se divertirán sabiendo que sus ayudas sociales se han transformado en verbenas y en un cielo iluminado por voladores cargados de infamia.


jueves, 20 de agosto de 2015

Doña Josefa y el caso Majanicho



Doña Josefa Hernández es una señora de más de sesenta años que, si nadie lo remedia, es posible que cuando usted esté leyendo este artículo se encuentre presa en la cárcel de Tahiche. Doña Josefa construyó una casa en un espacio protegido, el Parque Rural de Betancuria. Fue denunciada por las autoridades y condenada a pagar una cantidad de setecientos euros y a demoler la casa. Lo primero lo hizo y lo segundo no. Según las informaciones periodísticas su situación personal y familiar han sido lo suficientemente complejas como para entender que no haya abandonado y demolido la casa en cuestión. Ella asegura que, si le ofrecen una alternativa, accederá diligente a ejecutar la sentencia.

En el año 2000 el Ayuntamiento de La Oliva, cuyo alcalde entonces era Domingo González Arroyo aprueba el Plan Parcial SAU-12 Casas de Majanicho. El colectivo ecologista Agonane lo recurre por no ajustarse al planeamiento territorial. En el año 2002 el Ayuntamiento concede la licencia de ocupación. En julio de 2004, sin esperar a la sentencia por el recurso presentado, el Ayuntamiento de La Oliva y el Cabildo de Fuerteventura (ambos gobernados por CC y PSOE) aprueban un convenio con la empresa infractora NOMBREDO S.L. El único representante de ambas corporaciones que se opuso a esa ilegalidad fue José Luis López, que se había presentando como independiente por la lista de CC al Ayuntamiento de La Oliva. La alcaldesa, Claudina Morales, lo cesó fulminantemente.

En un gesto inédito en la desastrosa vida política majorera, el Cabildo insular llegó a comprar una página en los periódicos La Provincia y Canarias 7 para justificar el convenio y el cese del concejal. Su último párrafo rezaba: Resulta rechazable culaquier otra consideración del acuerdo alcanzado, o versiones no ajustadas a la realidad objetiva y jurídica desplegada tanto por el grupo político Los Verdes de Fuerteventura, como por el concejal don José Luis López, para justificar su indisciplina de voto (…)

La realidad objetiva y jurídica la sentenció en el año 2006 el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, dando la razón al grupo ecologista Agonane y anulando la aprobación del Plan Parcial. Las obras, empero, continuaron. En el año 2011 la realidad objetiva y jurídica volvió a imponerse confirmando el Tribunal Supremo la sentencia anterior: el Plan Casas de Majanicho era y es ilegal.

Tras la sentencia se sucedieron numerosas reuniones entre el Cabildo, el Ayuntamiento y la empresa asturiana, con la inestimable colaboración de los geniales asesores jurídicos de la corporación insular. A pesar de la sentencia que anulaba el Plan, el Cabildo encontró una fórmula administrativa para que la empresa acabara las obras y pudiera explotar el establecimiento de decenas de viviendas y más de setecientas camas. A día de hoy, Origo Mare, que así se llama la criatura ilegal, tiene abiertas sus puertas y funciona con el consentimiento de las autoridades majoreras y canarias.

Nadie ha ido a la cárcel. Como tampoco nadie, desde el Cabildo majorero se reunió con doña Josefa para buscarle una solución a su ilegalidad. Ahora, que nacionalistas y socialistas claman desde el Cabildo solidaridad y sensatez a la justicia, no está demás recordar este episodio y recordarle, a doña Josefa, que se apellida Hernández y no Zarceño como el máximo accionista de Nombredo. Esa es la verdadera realidad objetiva: no todos somos iguales ante la ley, ni ante el Cabildo.

martes, 30 de junio de 2015

El abandono institucional de la arqueología majorera



Fuerteventura es la isla del archipiélago canario que conserva el mayor número de yacimientos arqueológicos sin expoliar. Su carta arqueológica recoge más de ochocientos yacimientos donde se constata la presencia de vestigios de la cultura pre-europea. Ello ha sido debido a la escasa densidad de población y a que la presión urbanística ha sido menor que en otras islas. Fuerteventura no superó la cifra de doce mil habitantes hasta bien entrado el siglo XX y los principales centros urbanos y turísticos se han concentrado en lugares muy concretos de su costa sur-oriental. Eso no es óbice para que algunos de los yacimientos arqueológicos hayan desaparecido. Es probable que, tras la conquista, muchos de los pueblos se establecieran en lugares habitados previamente por la sociedad indígena puesto que son los espacios que reúnen las mejores condiciones estratégicas y ecológicas para su desarrollo. Eso transformaría, inevitablemente, asentamientos previos. En otros casos el desconocimiento y la necesidad destruyeron nichos arqueológicos importantes, como sucedió con muchos concheros cuyo material (principalmente conchas de moluscos) se vendían y embarcaban hacia Gran Canaria y Tenerife como suplemento de calcio y oligoelementos para las granjas de gallinas. Algunas infraestructuras modernas también han destrozado o transformado el patrimonio etnográfico o arqueológico majorero. El resultado a veces es patético, como la destrucción del Corral de la Asamblea que forma parte del conjunto arqueológico del Llano del Palo en el municipio de La Oliva y que, como podemos observar en la siguiente fotografía, fue dividido por una carretera del Cabildo majorero. Por último, la acción de personas desaprensivas, ignorantes, expoliadoras a conciencia y buscadoras de tesoros arqueológicos hace que algunos yacimientos hayan sido -y sigan siendo- dañados de forma irreversible como sucede con algunas estaciones de grabados rupestres.



Pero a pesar de las anteriores circunstancias Fuerteventura alberga en su tierra y fondos marinos una significativa cantidad de yacimientos en buen estado de conservación, merecedores la mayoría de estudios, intervenciones arqueológicas sistemáticas, protección y divulgación. Pero la realidad es otra, justo en el sentido contrario. Las competencias sobre el patrimonio histórico canario están establecidas en la ley homónima que otorga a los Cabildos la mayoría de las funciones relacionadas con su protección y divulgación aunque algunas de esas actuaciones deben de estar refrendadas por el Gobierno de Canarias. Y ahí, en el caso majorero, es donde radica el problema: no ha existido ni voluntad política ni interés técnico en actuar, proteger y divulgar el patrimonio arqueológico desde el Cabildo. El resultado es lamentable: a lo largo de la historia las excavaciones arqueológicas en Fuerteventura se cuentan con los dedos de las manos, literalmente.

Curiosamente Fuerteventura fue la primera de las islas en contar con una Carta Arqueológica, recientemente revisada y aumentada. Pero, ¿de qué sirve tal inventario si luego no se protege, se estudia y se divulga? Pues realmente para poco ya que hasta su consulta está tan restringida -bajo el argumento espurio de que de esa forma se evitan los expolios- que se convierte en un documento ineficaz para sus fines.



La falta de planificación del Cabildo en asuntos arqueológicos tiene varias consecuencias. La primera es que la Consejería de Cultura y Patrimonio dedica sus esfuerzos, sus recursos y sus intereses a otros menesteres. De ahí que, por ejemplo, Fuerteventura tenga declaradas veintisiete iglesias y ermitas como Bienes de Interés Cultural de categoría Monumento y solo cinco como Bienes de Interés Cultural categorizados como Zona Arqueológica. Y eso a pesar de las reticencias de la Consejería para declarar y delimitar algún BIC, como el de Tindaya, al que solo accedieron después de una resolución judicial que los obligaba y que derivó en una delimitación que será usada en congresos arqueológicos y patrimoniales de cómo se imponen las directrices políticas sobre los criterios científicos. En otros casos la gestión de las zonas arqueológicas son disparatadas, como el BIC del Poblado de La Atalayita que fue restaurado y en donde se construyó un centro de interpretación. Al estar señalizado, cientos de visitantes acceden a él todos los días (lo que demuestra que el patrimonio cultural indígena despierta interés y que puede ser un excelente complemento para el sector turístico); el problema es que, prácticamente desde su inauguración, el centro de interpretación está cerrado y el poblado sin vigilancia: una invitación al expolio -consciente o inconsciente- para los personas que, día tras día, transitan como almas en pena por allí.

La segunda consecuencia es que las actuaciones sobre el patrimonio arqueológico insular son realizadas por empresas o grupos de expertos ajenos a la institución insular. Eso no debería suponer, a priori, un problema. Pero las políticas del clientelismo están tan arraigadas en esta tierra que los fines de las contrataciones acaban por pervertirse. Algunas de las contrataciones se dotan de financiación escasa para no superar el límite que les obligaría a sacarlas a concurso público. Esto hace que -para poder otorgarla a dedo a los colegas- la intervención arqueológica quede reducida en sus acciones quedando incompleta por falta de más financiación. En otras simplemente no se han emitido los obligatorios informes de final de campaña, es decir, no se han elaborado los documentos con las conclusiones de las intervenciones.



El tercer efecto, quizás el más doliente, es que no existe ningún plan sistemático que trate al patrimonio arqueológico majorero de manera científica. La mayoría de las actuaciones (casi todas prospecciones visuales) son intervenciones de urgencia o impulsadas por la presión urbanística. Si se va a instalar una torreta eléctrica, una canalización de agua o a ampliar una carretera se contrata a alguna empresa para que visite el sitio y sondee el terreno. En otras ocasiones las intervenciones arqueológicas obedecen a criterios ideológicos y a intereses de grupos más que a necesidades reales. De esa forma se otorgan permisos y se dota de financiación (y hasta algunos técnicos del Cabildo se ponen el mono de faena para echar una mano) a los buscadores de tesoros púnico-fenicios-romanos para ver si, de una vez por todas, encuentran nuestras señas de identidad mediterráneas.

De un tiempo a esta parte, la cultura en Fuerteventura ha quedado limitada, desde sus instituciones, a su concepción más comercial, festiva y mediática. Están muy bien los palacios de congresos, los eventos, festivales, conciertos, ferias, espectáculos y visitas de ilustres pero ¿qué pasa con la cultura isleña, en especial con el patrimonio de un pueblo que habitó esta isla durante al menos mil quinientos años?, ¿no merecería que nuestras instituciones le dispensaran al menos el mismo trato? Al fin y al cabo los espectáculos culturales grandilocuentes se repiten, con escasas variantes, por todo el mundo occidental, pero los vestigios arqueológicos de la cultura de los mahos son únicos, irrepetibles y solo se encuentran aquí. Quizás algún político, algún día, se dé cuenta, aunque, si en sesenta años de arqueología isleña apenas se han realizado una decena de excavaciones, cuando se lo vayan a tomar en serio lo mismo no queda patrimonio que defender. A lo mejor esa es la intención.


martes, 23 de junio de 2015

Fuerteventura soy Yo (y lo dejo por escrito)

(Imagen obtenida de Fuerteventuradigital)


En esta fotografía aparecen siete personas, seis se dedican a la política y una es un empresario. Están presentando la edición de un libro: Fuerteventura. La cultura del agua. En el libro han participado -investigando y escribiendo- veinticinco personas. Ninguna de ellas intervino en la presentación. No fue acto cultural, fue un esperpento político. La clase política majorera se supera y supera nuestra capacidad de asombro. Cuando pensábamos que ya habían agotado sus estrategias obscenas, se refundan e inician un nuevo viaje hacia sus ombligos. Cualquier día de estos mandan a sus egos a que ocupen el aforo para aplaudirse a sí mismos. Están muy mal pero no lo saben. Su falta de escrúpulos es directamente proporcional a la vergüenza que sentimos. Un libro sin sus autores, la cultura sin sus interlocutores. Dan pena, necesitan ayuda urgente; o los apadrinamos o esta gente va a acabar mal de la cabeza.

Hubo más, no se crean. El presidente que se va (de cargo en cargo y tira porque le toca) se echó un mitin. Como está gravemente afectado de tindayitis habló, cómo no, de la importancia del agujero de Chillida. El libro va de la cultura del agua, pero como si quiere ir de la floración equinoccial de los nísperos. Chillida lo inoculó de megalomanía y el hombre se ha quedado rebotando en el interior de sus esculturas. Le pueden preguntar por el ascenso de la Unión Deportiva que él contestará que Chillida fue un gran portero.

El disparatado acto tuvo más momentos gloriosos. Aunque no estaba anunciado, se presentaron por sorpresa -y con alevosía- tres libros más. Aunque poco favor hacemos a la cultura denominando libros a esos tres panfletos. Dos de ellos (Fuerteventura. Arte, identidad y patrimonio y Fuerteventura, el valor artístico de la naturaleza) prologados, faltaría más, por Mario Cabrera, son copias literales de trabajos ya publicados y, por lo tanto, prescindibles. En los copyright de ambos aparece la siguiente leyenda: De los textos: José Armas y los autores. Ya puede usted volverse loco buscando que no va a encontrar a los autores legítimos por ningún sitio. Están desaparecidos, como los autores de La cultura del agua en el acto de presentación. Qué mas da. Lo importante es que el acto y los libros se presentaron un día antes de que Mario Cabrera fuese relegado en sus funciones como presidente del Cabildo. De ahí las prisas por editarlos. Y así salieron.

El tercer libro sorpresa es casi un códice, pero de la vanidad. Se titula Cabildo de Fuerteventura, institución centenaria, 1913 – 2013. Pero bien podría titularse Qué bueno es don Mario o Autorretrato de Mario Cabrera con Fuerteventura al fondo. El presidente sale en veinte fotografías. Como se hizo a toda pastilla, para mayor gloria de nuestro hombre, hay fotografías repetidas, desenfocadas, descuadradas. Para que se hagan una idea del contenido basta el título del primer capítulo: 20 años sin subir el precio del agua. Y así, todo. El panfleto es una oda a la miseria intelectual. Daría risa si Mario Cabrera se hubiese pagado la edición de su bolsillo. Pero lo pagamos usted (y todos los ustedes) y yo. Si lo ven en las librerías ni se les ocurra comprarlo: sería pagar dos veces por las memorias de un hombre que cree que la isla es suya.

lunes, 27 de abril de 2015

El monólogo europeo. ¿Será Bruselas, por una vez, capaz de escuchar?


El siguiente es un texto recién escrito de Aminata Dramane Taoré y Nathalie M'Dela-Mounier, autoras del libro La África mutilada (Taama Editions, 2012). Ha sido traducido por Juan Montero y Antonio Lozano. Se trata de una visión africana crítica sobre lo que se nos oculta del drama de las migraciones alejada de los tópicos de los medios de comunicación europeos.


LA INFERNAL CONTABILIDAD MACABRA

¡Basta! ¡Basta de maniobras de diversión!
Son, eran, serán centenas, miles, centenas de miles en partir para no volver nunca. Y como de costumbre, tras el tiempo de la emoción y de la indignación vendrá el del olvido y la indiferencia. Son, eran, serán todos olvidados porque unas políticas económicas excluyentes y asesinas continuarán provocando paro y pobreza en masa, conflictos armados y calentamiento climático.

A lo largo de los últimos veinte años, casi 30.000 personas han muerto a las puertas de Europa, 3.500 en 2014. Desde comienzos de enero de este año 2015 que Europa ha proclamado «año del desarrollo», se estima en 1.700 el número de muertos, con seguridad más pues esta contabilidad macabra es aventurada.

Europa no puede contribuir a remediar esta tendencia mortífera de la evolución del mundo globalizado sino admitiendo lo que Michèle Rivasi, diputada europea del partido Europa Ecología los Verdes (EELV), recuerda a propósito de Malí: «la necesidad de analizar el fracaso del desarrollo económico que ha deslegitimado la democracia. Los jóvenes dejan el país porque carecen en él de porvenir. Sin embargo, Malí tiene recursos en el sector agrícola o minero». Esta llamada de atención es válida para los conflictos armados: los jóvenes toman igualmente las armas en nombre de la etnia o de la religión cuando el desarrollo económico no cumple sus promesas.

¡UNA CUMBRE MÁS! Y ESTA VEZ, ¿ENTRE SÍ?

De una cumbre a otra, los dirigentes occidentales y africanos han avalado la idea según la cual el desarrollo cubrirá las necesidades del continente y, por lo tanto, las de los candidatos a la emigración. Así fue con ocasión de las conferencias euro-africanas de Rabat (julio 2006), Trípoli (noviembre 2006), Uagadugú (mayo 2008), París (noviembre 2008)... Esta vez, los europeos debaten entre ellos. En la urgencia, han decidido reunirse en Bruselas para soluciones de emergencia. Cada Estado balbucea, tira balones fuera y pasa palabra a su vecino. Se trata, se subcontrata, se confina, se externaliza, se proyecta un archipiélago de campos de retención lejos de las miradas, de los derechos, incluso si se hace sin convicción...

Los dirigentes africanos que se dejan persuadir de que ha llegado nuestro turno de aprovecharnos de la «feliz mundialización», y a los que basta con acelerar el ritmo de crecimiento llevándolo del 5% al 8 o al 9%, van a tener que atemperar su entusiasmo. Los jóvenes subsaharianos, con sus muertes en el desierto o en el mar, les interpelan de igual forma que Europa. Más allá de estos dos continentes, los Estados Unidos de América y la organización de Naciones Unidas (ONU) están concernidos por esta hecatombe que vale por sí misma como balance de los Objetivos del Milenio para el Desarrollo (OMD) que finalizan este año. ¿Los dirigentes europeos querrán interpretarlo en estos términos?

¡NO! LOS TRAFICANTES NO SON LOS PRIMEROS CULPABLES

El joven tunecino de 27 años y sus dos camaradas que han sido arrestados deben, indiscutiblemente, responder por sus crímenes. Pero los traficantes no constituyen sino el último eslabón de una larga cadena de responsables. Además, en el pasado, los mismos emigrantes fueron tratados como «terroristas». Porque es políticamente incorrecto alegar un argumento como éste frente a tantos seres humanos desesperados que vienen de tantos lugares diferentes, se pone el acento en la responsabilidad de los traficantes. Ellos serían los primeros culpables a reprimir.

Más que los emigrantes y sus itinerarios, las redes, la situación de los países de origen y de tránsito, es la naturaleza de Europa la que está en cuestión. Además de las relaciones de dominación que sostiene con África, a quien impone su modelo de desarrollo, se atrinchera, se transforma en fortaleza pero también en cárcel. La cuestión no es solamente saber si hace lo suficiente y cómo se implica para salvar vidas humanas en el Mediterráneo. Sino ¿qué hace y que hará en origen en los países de los que son naturales los candidatos a partir? Y ¿por qué las soluciones previamente tomadas en diferentes cumbres no han impedido esta catástrofe? La Europa fortaleza, cuyos expertos militares han participado en la elaboración del «concepto estratégico», ha igualmente erigido en el interior de sus fronteras/murallas centros de retención administrativa en cuyo interior pisotea, a la vez, el derecho internacional de asilo y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948, que estipula «el derecho de toda persona a dejar libremente cualquier país, incluido el suyo».

Sí, oímos hablar de corredores humanitarios, de normas de seguridad, del Frontex, de la vigilancia en las fronteras, de la presencia militar e imaginamos también a los cocodrilos que frecuentan emboscados esas aguas, vagamente soñolientos o vigilantes, dispuestos a castigar, a emerger, a cerrar la trampa de sus mandíbulas sobre la carne tierna de los sueños, a devolver al soñador imprudente a su orilla, vivo o muerto.

Sí, oímos hablar de duplicación de los medios de Tritón, de ampliación de su radio de acción, de inspección de los barcos a lo largo de las costas libias y de intervención en el «origen» en Libia.

¿LIBIA? ¡HABLEMOS DE ELLO!

Sumamente edificante resulta la Tercera cumbre África-UE, los días 29 y 30 de noviembre de 2010, en Libia, en la que Muammar Gaddafi acogió, con gran pompa, a los dirigentes de 80 países africanos y europeos. Los participantes se habían puesto de acuerdo en torno a un «plan de acción» para una colaboración África-UE que fuese de 2011 a 2013. Creación de empleo, inversiones, crecimiento económico, paz, estabilidad, emigración y cambio climático estaban en el orden del día.

En lugar de esta perspectiva, Libia ha sido desestabilizada y el Guía libio matado. Además de la proliferación de armas provenientes de los arsenales libios, decenas de miles de trabajadores originarios del África subsahariana y del Magreb han perdido su trabajo. Estos han engrosado las filas de los demandantes de empleo en sus países de origen, dispuestos a partir a cualquier precio.

Jean Pierre Chevènement, antiguo ministro de defensa y de interior, refiriéndose a Nicolas Sarkozy dice, a propósito de la inmigración en Europa, algo que desde nuestro punto de vista es válido para la proliferación de armas en el Sahel y la fuerza de choque de los yihadistas, «La Libia de Muammar Gaddafi tenía muchos defectos pero ejercía un control sobre sus fronteras». «Nosotros hemos violado la resolución de Naciones Unidas que nos otorgaba el derecho de proteger a la población de Benghazi, hemos ido hasta el cambio de régimen» ha deplorado.

Se arresta a los traficantes. ¿Quién llevará ante la Corte Penal Internacional (CPI) a los causantes de la guerra en Libia de la que Malí es la primera víctima colateral en África subsahariana? Es pernicioso plantear la cuestión de la gestión de las consecuencias de esta injerencia en términos de «servicio post-venta» que no habría sido garantizado. La verdad es que, pura y simplemente, no tendría que haber sucedido porque la democracia no se exporta. En honor a los que dan lecciones de democracia recordamos que:

- La gobernanza empresarial nada tiene que ver con la gobernanza democrática, participativa y respetuosa de los derechos humanos.

- El clima de los negocios no tiene que ver más con el clima social que la salud de la economía liberalizada con la de los seres humanos.

- La seguridad de las inversiones no es la seguridad humana.

NEGACIÓN DE LA REALIDAD

Mucho antes que Grecia, Portugal y otros países europeos hoy confrontados al paro, la precariedad y el miedo al futuro, nosotros hemos sufrido, desde la década de los 80, la medicina de caballo del ajuste estructural. «Contra la austeridad, por la igualdad, la justicia económica y social» son las consignas de los pueblos de Europa que habrían podido ser movilizadoras y cohesionadoras aquí también, en Malí, en el Sahel y en África, de una manera general, si las víctimas africanas del capitalismo mundializado y financiero estuviesen bien impregnadas, ellas también, de las causas estructurales del paro y de su empobrecimiento. La casi totalidad de los emigrantes en dificultad no habrían asumido el riesgo de partir si las políticas económicas puestas en práctica fuesen creadoras de empleo. Las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) son profundamente destructoras. «Estamos amenazados por un genocidio, una catástrofe de una amplitud tal que hará más víctimas que el balance acumulado de todas las guerras y las catástrofes naturales que la historia ha conocido», previene Sami Nair del hecho de la apertura de la agricultura a la competencia en noviembre de 2001 por parte de la OMC (Entrevista acordada con Ake Kilander en la revista sueca FiB/K nº 2, febrero 2006). El control de las sociedades trasnacionales sobre las tierras cultivables excluirá a más campesinos y campesinas de la producción. «Un trabajador agrícola bien equipado podría reemplazar a 2.000 campesinos pobres. Tres mil millones de personas no podrán ser absorbidas por la industria, incluso con un crecimiento extraordinario».

En las regiones en conflicto, la inseguridad entorpece cualquier actividad económica. Agricultores, ganaderos, pescadores, comerciantes, artesanos no pueden ocuparse de sus tareas. Los emigrantes proceden de todos estos oficios. Los Acuerdos de Colaboración Económica (APE, en sus siglas en francés) impuestos a los Estados africanos no contribuyen a mejorar esta situación. Como tampoco el TAFTA (TTIP: Tratado Trasatlántico de Libre Comercio) –que se traducirá también en la supresión de las barreras tarifarias y aduaneras entre los Estados Unidos de América y Europa– es ventajoso para los pueblos de Europa. A la vista de esta realidad, una solidaridad de combate se impone entre los pueblos del mundo y, en este caso, entre los de África y Europa.

¡SON NUESTROS HIJOS!

La gran cantidad de mujeres, a veces con sus hijos, a bordo de embarcaciones que se hunden en el Mediterráneo, rara vez es mencionada y destacada. ¿Por qué? Porque contrariamente a las violencias domésticas, sexuales y sexistas cuya instrumentalización permite justificar la injerencia, la violencia inaudita del sistema capitalista y depredador es ocultada. Pero, en el drama de la emigración, las mujeres están omnipresentes en tanto que madres, esposas y emigrantes.

Cada emigrante engullido por el Mediterráneo o por el desierto es uno de nuestros hijos. Los gritos de los que hoy perecen en el fondo de las calas se añaden a los que se han hundido en el vientre del Atlántico en los tiempos malditos de la trata, inscritos tanto en nuestra carne como en nuestra memoria.
En tanto que madres, sobre la escena del mundo globalizado, vemos desplegarse el destino de nuestros hijos convertidos en parados, emigrantes «clandestinos», narcotraficantes, rebeldes y, actualmente, yihadistas. No bajamos los brazos. Desde los acontecimientos de Ceuta y Melilla, hemos, por nuestra parte, alertado e intentado encontrar alternativas a esas partidas de la desesperación, así como una vida digna para aquellos que nos son devueltos con la muerte de los otros en su alma atormentada. Pero ¿cómo retenerlos en el contexto económico descrito?

Desde Thiaroye en Senegal, las madres y las viudas de los emigrantes desaparecidos en el mar, con la valiente Yayi Bayam Diouf a la cabeza, han venido a vernos a Bamako, en Malí. Después, con las madres y las viudas de los emigrantes malienses desaparecidos en las mismas condiciones, nosotras hemos ido a su vez a Thiaroye donde, al borde de la mar glotona que devora a nuestros hijos, nos hemos recogido. Hemos rezado por aquellos que ya no están y por los supervivientes, más bien los muertos-vivientes, que nos son devueltos.

Porque somos esas madres inquietas y pensantes, porque nuestros hijos están en peligro, porque nuestro mundo vacila, asustado pero ciego y sordo a su dolor, permanecemos vigilantes y rechazamos que ellos sean sacrificados sobre el altar del mercado rey.

SON SUS RIQUEZAS

¿A quién pertenecen los recursos mineros (oro, platino, hierro, bauxita, coltán, níquel, estaño, plomo, manganeso, plata...), energéticos (petróleo, gas natural, uranio...), agrícolas (café, cacao, algodón...), forestales, pesqueros y otros de los que la economía mundializada tiene cruelmente necesidad? Pertenecen a esos hijos que vienen a morir a las puertas de Europa. Para nuestra desgracia, la seguridad energética de la que depende el crecimiento, la competitividad y el empleo en Francia y en Europa está, en parte, ligada al acceso a las fuentes de petróleo, de uranio, de gas así como a las vías para su transporte. Los países de origen de los emigrantes indeseables y desechables, del Sahel y del Magreb, que rebosan de estas riquezas, se convierten en campos de batalla.

Francia y Europa deben reconocer que todos somos perdedores. Por todas partes los ojos se abren. ¿París cree realmente defender el rango y la imagen de Francia en el mundo instrumentalizando el Consejo de seguridad y violando sus resoluciones tal y como ha hecho en Libia? ¿Defiende de forma duradera los intereses de las empresas francesas cuando los pozos de petróleo y las minas de uranio y otros recursos estratégicos se convierten en polvorines? ¿Defiende a los franceses y a su libertad de circulación cuando las zonas declaradas de riesgo, cuyo número no cesa de aumentar, les son prohibidas? Acabaremos todos confinados.

LA CONVERGENCIA DE LAS LUCHAS: EL ÁFRICA Y LA EUROPA DE LOS PUEBLOS

Bruselas se declara conmocionada. Tiene una ocasión histórica de decir la verdad sobre el conjunto de causas de esta tragedia y hacer así justicia a los pueblos expoliados y humillados de África. Ciertamente es pedirle demasiado. Pero debe hacerlo, no solamente por respeto a las vidas que se propone salvar sino también por sus propios pueblos de los que una buena parte sospecha que ha debido sucederle a África lo mismo que le sucede en este momento a Grecia, España e Italia.

No concebimos cómo un modelo económico que no resuelve la papeleta a los pueblos de Europa podría sacar a África del atolladero. Son los lobbys (algodoneros, petroleros, mineros, del armamento y otros) quienes deciden la política exterior de las potencias occidentales. «Estamos rodeados» apunta Susan George a propósito de lo que ella llama «la autoridad ilegítima» en Europa. «Lobistas al servicio de una empresa o de un sector, PDG (Presidentes Directores Generales en sus siglas francesas) de trasnacionales cuya cifra de negocios es superior al PIB de varios países en los que éstas están implantadas, instancia cuasi estatal cuyas redes tentaculares se despliegan bastante más allá de las fronteras nacionales: toda una cohorte de individuos y de empresas que no han sido elegidos, que no rinden cuentas a nadie y cuyo único objetivo es amasar beneficios están en vías de tomar el poder y orientar la política oficial.»

Tanto el incremento de los flujos migratorios hacia Europa como la rebelión en el norte de Malí y la yihad son consecuencias del fracaso lamentable del desarrollo económico de África en el marco de la mundialización capitalista; consecuencias que Europa no tiene la voluntad ni el buen juicio de ver ni de comprender a través de todos esos cuerpos errantes o sin vida ante sus puertas.

Hay que terminar definitivamente con las relaciones totalmente desequilibradas y esencialmente orientadas hacia los intereses de Europa, de las finanzas y del comercio.

A riesgo de ver nuestro mundo zozobrar.

El naufragio sería entonces global.

Otra colaboración franco-maliense y euro-africana se impone sobre la base de un auténtico diálogo.


Aminata Dramane Traoré
Nathalie M’Dela-Mounier
(Bamako, 22 de abril de 2015)


martes, 3 de febrero de 2015

Marianito

Entierro de Marianito.


Investigando la sorprendente trayectoria humana y política de Antonio Espinosa Rodríguez, Antoñito el Dulcero, (cuya biografía esperamos publicar en los próximos meses), nos encontramos con un desconocido y luctuoso suceso que tuvo como protagonista a otro majorero: Mariano Cabrera López, Marianito. Esta es su resumida historia.

Antoñito, que había emigrado hacia Tenerife desde La Oliva en 1924 con deiciséis años, fue un activo militante anarquista, ideología mayoritaria en el Santa Cruz de entonces. Participó activamente en todas las huelgas, mítines y actos que acontecieron en la capital tinerfeña durante la segunda República; fundador de las Juventudes Libertarias, fue detenido y encarcelado en numerosas ocasiones; conoció a Durruti y sufrió el destierro, la represión y la cárcel tras el golpe de estado de julio de 1936. Murió, humilde y anarquista, en su Fuerteventura natal donde se había convertido en un conocido personaje por la calidad de sus dulces, por ser un amante del folclore majorero (era de los pocos que aún conservaba la costumbre de tocar las lapas en las parrandas), por ser un enamorado y defensor de la lucha canaria y por ser imbatible en el juego de las damas.

En una entrevista realizada en 1992, Antoñito recuerda el siguiente acontecimiento: Me acuerdo también de otra huelga que hubo, con un muerto, precisamente de Fuerteventura, un luchador llamado Marianito Cabrera, de Tiscamanita, sindicalista muy conocido allí y buena persona. Iba por la calle San Martín, para la casa cantando y un guardia municipal llamado Abreu, una mala persona, se metió con él. Marianito, que iba bebido, le contestó y el guardia municipal lo mató. Al día siguiente hubo una huelga general, ¡pero de todo!, ¡se paralizó todo1!

Marianito había sido un excelente luchador de lucha canaria y en el momento de su asesinato trabajaba como empleado en las labores de carga y descarga en el puerto de Santa Cruz siendo miembro de la Federación Obrera. Su caso sirve para explicar el clima de tensión que se vivía en aquellos momentos. También sirve para explicar cómo la solidaridad entre las clases populares estaba arraigada y cómo actuaban los poderes políticos, policiales y judiciales.

Era un hombre conocido ya que practicaba el más popular de los deportes de la época. La luchada solía ser uno de los actos principales de cualquier fiesta que se preciase y, todavía en aquella época, los equipos solían representar a bandos, comarcas, pueblos, ciudades o islas. Pero también significaban lugares de encuentros populares, ajenos al control del poder, en donde los asistentes podían compartir, hablar y maldecir sin la necesidad de esconderse. Eran actos lúdicos en espacios liberados de la presencia de jefes, patronos y policías (su presencia solía ser testimonial) en donde tanto los practicantes como el público compartían la misma extracción social, las mismas penas y las mismas alegrías. Y los buenos luchadores, amén de obtener una fuente de ingresos complementaria, eran reconocidos popularmente. Para obtener ese reconocimiento debían ofrecer espectáculo dentro de las ya consabidas reglas ancestrales de ese juego convertido en deporte. Fue el caso de Marianito.

Ya con dieciocho años era un consumado y reconocido luchador que era llamado a participar en todas las luchadas -en la mayoría representando al bando o partido de Santa Cruz- por muchos pueblos y ciudades de Tenerife. En otros casos formaba parte de la selección insular en sus históricos enfrentamientos contra Gran Canaria o, incluso, participando en bandos que dividían la ciudad en dos, como la luchada organizada por la asociación libertaria Luz y Vida en julio de 1924 y en la que capitaneó el bando norte frente al que representaba a los barrios del sur capitaneado por José Martín, Sopo.

Algunas veces se realizaban también luchadas que enfrentaban a tinerfeños y a majoreros residentes en la isla. De una de ellas obtenemos esta crónica sobre Marianito y sus mañas: Mariano Cabrera nos hace olvidar las peripecias de la lucha anterior haciendo derroche de su arte (la anterior brega, entre Leonardo el Zurdo y Luciano Piel Roja, acabó en separada). A tres adversarios hizo sucumbir, entre ellos al maestro José López y todos fueron derribados con la suprema habilidad e insuperable destreza que caracterizan a este gran luchador, de ataques fulminantes y sorprendentes...¡Bravo por Marianito! Eso es tener sangre y genio de luchador. (El respetable público aplaude calurosamente al pequeño héroe y caen algunas pesetas, no tantas como merecía el campeón)2.

A pesar de no ser muy corpulento, Marianito despertaba el asombro y la consideración de los amantes a las buenas luchadas. En otra crónica se realiza la siguiente semblanza: Algunos luchadores llegaron a ser verdaderos ídolos para los aficionados; a muchos nos agradaba ver en el terrero por la limpieza de su juego, por el nervio o animosidad en las defensas; pocos lograron inspirar la sensación de dominio que conquistaron Guerra Brito, Mariano Cabrera y Rafael Déniz. No obstante, consideramos que fue Mariano Cabrera el luchador de la emoción. Algo así como los que los críticos del toreo nos dicen de Belmonte, este Marianito se nos presentaba siempre desgarbado y apático; pero agarraba y desaparecía el Mariano Cabrera, con su aire de poca cosa, para convertirse en Marianito, el maestro de las luchas más gallardas, limpias y dominantes3.

Las últimas luchadas en las que participó Marianito -de las que hemos encontrado referencias- datan de 1927. Cinco años más tarde se ve envuelto en un extraño suceso, cuando de madrugada es sorprendido en una chalana acompañado de otro hombre, en plena bahía del puerto de Santa Cruz. Al ser llamados a detenerse por dos soldados -ya que efectuaban movimientos de desconfianza- emprendieron la huida, por mar y por tierra, razón que bastó para que les disparasen aunque sin que resultasen heridos. Después de una larga persecución fue detenido sin que sepamos el objeto de su navegación nocturna.

Peor suerte tendría la noche del 11 de noviembre cuando resultó muerto de un disparo por la espalda efectuado por el guardia municipal Vicente Pérez Soto, al que Antoñito confunde en su relato con un tal Abreu. La versión policial explica que esa noche cuatro policías municipales vestidos de paisano efectuaban labores de vigilancia en la calle San Martín cuando advirtieron que dos hombres -Marianito y Ramón Expósito- se dedicaban a pegar pasquines en las paredes de carácter comunista y como tenían órdenes de su jefe de prohibir tales hechos los requirieron dándoles el alto. Los obreros se habrían resistido, con agresiones e insultos, sacando una navaja. Se efectuaron disparos al aire y el guardia Pérez Soto habría disparado en su huida a Marianito, perdiéndolo de vista. Detenido Ramón Expósito lo llevaron a la Casa de Socorro para que se curara de las heridas encontrándose con que Marianito ya estaba allí herido. A los dos días fallecería.

La versión del acompañante de Marianito es diferente. Según éste, él y Marianito se encontraban en una esquina despidiéndose e incluso invitó a Marianito a tomarse una copa, a lo que se negó alegando que hoy tenía que trabajar en el muelle. En ese momento aparecieron tres individuos vestidos de paisano, a los que no conocían, que los obligaron a levantar las manos y comenzaron a registrarlos. Como pensaban que eran ladrones tanto Marianito como él se resistieron, momento en que los policías, que no se habrían identificado, sacaron las pistolas efectuando varios disparos, uno por la espalda a Marianito a muy corta distancia. A él lo esposaron y apalearon y Marianito, atemorizado y herido, logró huir.

El parte médico especificaba que la herida mortal de Marianito le había afectado la pleura y el pulmón derecho causándole una hemorragia interna. Al día siguiente fueron cesados por el alcalde el jefe de la Guardia Municipal y los cuatro agentes involucrados4.

Conocidos los hechos, al día siguiente se produce un cese en la actividad laboral que tiene carácter espontáneo, como espontánea fue la concentración de más de mil personas frente al Gobierno Civil de la que sale una comisión que se reúne con el gobernador para hacerle llegar su protesta. Para el día 14, cuando se conoce el fallecimiento de Marianito, se decreta una huelga general convocada por la Federación Obrera que paraliza totalmente la ciudad. Durante el paro acaeció otra muerte: un comerciante viajaba en su coche conducido por su chófer, el joven de 19 años Celestino Ramos, quienes, según la versión del empresario, desconocían la orden de paro total. Al transitar por La Cuesta, rumbo a La Laguna, el coche fue apedreado por varios obreros. Una de las piedras golpeó la cabeza del joven chófer que falleció.

A las tres de la tarde se procede al entierro de Marianito. La manifestación popular de apoyo desbordó todas las previsiones y más de cinco mil personas acompañaron al cortejo fúnebre. El féretro, con la bandera del Gremio de Carga y Descarga, fue llevado a hombros por sus compañeros. Un mes después la Plaza de Toros de la capital acogerá una luchada benéfica para recaudar fondos para los familiares de Marianito y Celestino Ramos.

Este episodio tendrá su desenlace casi un año después. En octubre de 1934 tendrá lugar el juicio contra el guardia municipal que asesinó a Marianito. En el juicio se mantuvieron las dos versiones antes explicadas y el fiscal pidió que se declarara culpable al reo por un delito de homicidio. El guardia Vicente Pérez Soto fue declarado inocente. La sentencia no sorprende tanto por su veredicto -algo a lo que estaban acostumbrados los obreros- como por los motivos de su absolución. La defensa había llamado a declarar a dos médicos que afirmaron que Marianito no había fallecido por el disparo sino por una peritonitis que le sobrevino por tener la víctima un hígado muy voluminoso y enfermo5. Caso cerrado.


1El Surrón, nº5, junio – julio 1992.
2La Prensa, 17 de septiembre de 1917
3La Gaceta de Tenerife, 17 de agosto de 1922.
4Las citas y las versiones están basadas en lo relatado en La Gaceta de Tenerife del 12 de noviembre de 1933.
5La Prensa, 21 de octubre de 1934.