(Imagen obtenida de Fuerteventuradigital)
En esta fotografía
aparecen siete personas, seis se dedican a la política y una es un
empresario. Están presentando la edición de un libro:
Fuerteventura. La cultura del agua. En el libro han
participado -investigando y escribiendo- veinticinco personas.
Ninguna de ellas intervino en la presentación. No fue acto cultural,
fue un esperpento político. La clase política majorera se supera y
supera nuestra capacidad de asombro. Cuando pensábamos que ya habían
agotado sus estrategias obscenas, se refundan e inician un nuevo
viaje hacia sus ombligos. Cualquier día de estos mandan a sus egos a
que ocupen el aforo para aplaudirse a sí mismos. Están muy mal pero
no lo saben. Su falta de escrúpulos es directamente proporcional a
la vergüenza que sentimos. Un libro sin sus autores, la cultura sin
sus interlocutores. Dan pena, necesitan ayuda urgente; o los
apadrinamos o esta gente va a acabar mal de la cabeza.
Hubo más, no se crean.
El presidente que se va (de cargo en cargo y tira porque le toca) se
echó un mitin. Como está gravemente afectado de tindayitis
habló, cómo no, de la importancia del agujero de Chillida. El libro
va de la cultura del agua, pero como si quiere ir de la floración
equinoccial de los nísperos. Chillida lo inoculó de megalomanía y
el hombre se ha quedado rebotando en el interior de sus esculturas.
Le pueden preguntar por el ascenso de la Unión Deportiva que él
contestará que Chillida fue un gran portero.
El disparatado acto tuvo
más momentos gloriosos. Aunque no estaba anunciado, se presentaron
por sorpresa -y con alevosía- tres libros más. Aunque poco favor
hacemos a la cultura denominando libros a esos tres panfletos. Dos de
ellos (Fuerteventura. Arte, identidad y patrimonio y
Fuerteventura, el valor artístico de la naturaleza)
prologados, faltaría más, por Mario Cabrera, son copias literales
de trabajos ya publicados y, por lo tanto, prescindibles. En los
copyright de ambos aparece la siguiente leyenda: De los textos:
José Armas y los autores. Ya puede usted volverse
loco buscando que no va a encontrar a los autores legítimos por
ningún sitio. Están desaparecidos, como los autores de La
cultura del agua en el acto de presentación. Qué mas da. Lo
importante es que el acto y los libros se presentaron un día antes
de que Mario Cabrera fuese relegado en sus funciones como presidente
del Cabildo. De ahí las prisas por editarlos. Y así salieron.
El tercer libro sorpresa
es casi un códice, pero de la vanidad. Se titula Cabildo de
Fuerteventura, institución centenaria, 1913 – 2013. Pero bien
podría titularse Qué bueno es don Mario o Autorretrato
de Mario Cabrera con Fuerteventura al fondo. El presidente sale
en veinte fotografías. Como se hizo a toda pastilla, para mayor
gloria de nuestro hombre, hay fotografías repetidas, desenfocadas,
descuadradas. Para que se hagan una idea del contenido basta el
título del primer capítulo: 20 años sin subir el precio del
agua. Y así, todo. El panfleto es una oda a la miseria
intelectual. Daría risa si Mario Cabrera se hubiese pagado la
edición de su bolsillo. Pero lo pagamos usted (y todos los ustedes)
y yo. Si lo ven en las librerías ni se les ocurra comprarlo: sería
pagar dos veces por las memorias de un hombre que cree que la isla es suya.
Don Mario un señor que se ha echo millonario con la política sabiendo que el dinero no lo es todo, deja que se abrillante su personalidad una corte de pelotas y rastreros pagados con sus puestos de trabajos en las instituciones le pasan el paño diariamente sacando le brillo, son los coroneles de siempre de esta isla tan machacada por el infortunio de estas clases señoriales.
ResponderEliminarEste señor ha ganado más de un millón de euros en estos doce años en el Cabildo en su sideral nomina, otro tanto en dietas.
ResponderEliminarHa metido una gran parte de su familia y la de su mujer en las instituciones de la isla y el Consorcio de Aguas.
Ha metido a su suegra como conserje en el Cabildo
Ha hecho que su mujer sea jefa de Asuntos Sociales en el Ayto de Puerto del Rosario.
También ha metido a todos sus amigos y personas que gravitan en su órbita.
Ha chachuelleado su plaza de funcionario para toda la vida en el Cabildo insular, no una plaza cualquiera la máxima categoría que existe.
Ha hecho buenos negocios con la asesoría de su cuñado.
Y UN INTERMINABLE ETC, ETC.
Y encima pretende que les demos las gracias.
Giráldez a ti no te paga el Cabildo los libros también?
ResponderEliminarQuerido seguidor: No es de eso de lo que trata el artículo. El Servicio de Publicaciones del Cabildo realiza, en líneas generales, una muy buena labor. Pero no es el caso con las publicaciones que critico, en especial la hagiografía de Mario Cabrera.
EliminarNo obstante, dado su interés, la respuesta es NO. Conste que no pasaría nada porque, le recuerdo, esa institución vive de nuestros impuestos, con lo cual no me harían ningún favor. Es como, para que usted me entienda, usted se beneficiara del dinero que cada año paga el Cabildo a los estudiantes en prácticas. Usted puede ser crítico con la institución y beneficiarse en justicia de esa subvención, porque, ese dinero, también es suyo.
Mis publicaciones (salvo una, publicada por Ediciones Ideas) están editados por colectivos sociales que luchan por transformar esta desigual realidad. Este autor ni siquiera se lleva un euro de las ventas de sus libros, sino que los beneficios se ingresan a esos colectivos para que puedan disponer de fondos para sus necesarias luchas de transformación.
Espero haberle aclarado su duda. Y muchas gracias por ser tan fiel seguidor de este blog.