viernes, 27 de diciembre de 2013

Colorines

(Viñeta de El Roto)
En el barrio de El Charco, en Puerto Cabras, durante casi cuatro décadas existió el colegio público General Primo de Rivera, construido por obra y gracia del Mando Económico Militar de Canarias en los años de posguerra. Ya vetusto y ruinoso el colegio fue demolido. A principios de la década de los 90 del pasado siglo se construyó, en ese lugar, Colorines, un edificio destinado a acoger una guardería municipal. Nunca lo fue. Los graves problemas de escolarización en Fuerteventura (y de incompetencia en la gestión educativa) hicieron que durante un tiempo fuese cedido a la Consejería de Educación para acoger a niños y niñas de educación primaria. Construido el nuevo colegio San José de Calasanz las criaturas se trasladaron y el Ayuntamiento recuperó el espacio. Desde entonces, ese lugar público municipal ha sido utilizado para múltiples menesteres, desde la realización de cursos varios hasta concursos y exposiciones ornitológicas.

Hace unos meses una persona nos informa que Colorines va a ser cedido (o vendido o regalado) a un colegio privado y que incluso ya se había dado la orden a los trabajadores y colectivos que utilizaban el centro para que lo fueran desalojando. Nos pareció increíble. Tanto que uno de los presentes, dedicado profesionalmente a la escuela pública, soltó una queja de la que esperamos no tenga que lamentarse: ¡por encima de mi cadáver! Pasaron las semanas y volvimos a preguntarle a nuestro informante. Este nos confiesa que no hay nada nuevo y que parece que tal atrevimiento (ceder un espacio público dedicado a la enseñanza pública a una empresa privada cuyo negocio es la enseñanza) había quedado paralizado. Respiramos aliviados, sobre todo el colega que iba a ofrecer su vida por la causa. Pero parece que la cosa iba y va en serio. En julio el Pleno Municipal, amparado en la quietud estival, aprueba la desafectación de Colorines; en septiembre se publica en el Boletín Oficial de la Provincia.

¿Desafectación? Desafectar, nos aclara el diccionario, es declarar formal o tácitamente que un bien de dominio público queda desvinculado de uso o servicio público. Es el primer paso para su privatización posterior. La táctica es la siguiente: se desafecta y luego -en el mejor de los casos- se saca un concurso público para ceder -o vender- las instalaciones a una empresa privada. Ese concurso ya tiene ganador, porque el (futuro) ganador ya cuenta con información privilegiada y, si lo apuran mucho, diseña hasta las bases de la oferta. Es un suponer. Porque claro, lo mismo a Marcial Morales le da por evitarse tan engorroso trámite y después de desafectarlo ya se lo afecta directamente al coleguita agraciado que lleva meses insistiendo en que colorines y colorado ese espacio público se ha terminado. Y hasta es posible que el futuro ganador, dueño de otra guardería, ya tenga hasta comprado el material escolar necesario para cuando el alcalde desafectador le entregue nuestro patrimonio a precio de saldo. Vamos, es otro suponer.

En el lenguaje posmoderno se cambia el continente para evitar mencionar el contenido. Ya se habían inventado la externalización para privatizar hasta el mismo sol. El Ayuntamiento de Puerto del Rosario es más sutil, se inclina por la desafectación como vía para el trasvase de lo público hacia lo privado, de lo nuestro hacia lo de ellos. ¿Y si ya puestos aprendiéramos de sus tácticas y desafectáramos el Ayuntamiento? Imposible: la legislación y el diccionario lo impiden porque antes tendríamos que demostrar que esa institución ejerce, aun disimuladamente, un servicio público.


sábado, 30 de noviembre de 2013

Tindaya en peligro y el PSOE en el limbo

En los últimos meses se han resuelto dos causas judiciales sobre la Montaña de Tindaya y el esperpéntico proyecto de agujerearla bajo la coartada de una pretenciosa obra de arte. La primera de las causas fue ganada por la Federación Ecologista Ben Magec – Ecologistas en Acción. El Gobierno de Canarias había aprobado, gracias a la labor del descatalogador de especies Domingo Berriel, las normas de conservación de ese Monumento Natural. Las normas fueron redactadas no para conservar el espacio y sus valores sino para permitir el agujero de Chillida. Las normas, entre otras barbaridades, obviaban la delimitación del Bien de Interés Cultural (BIC) que, por ministerio de ley, le corresponde al albergar la montaña una importantísima estación de grabados rupestres. Los grupos ecologistas y los profesionales de la arqueología en Canarias llevaban casi veinte años solicitando su declaración de BIC, su delimitación y su protección. En todas esas peticiones se solicitaba que se declarara Bien de Interés Cultural a toda la montaña. A pesar de ser el órgano competente y de estar obligado a su declaración formal, el Cabildo de Fuerteventura jamás procedió a hacerlo, incumpliendo lo legalmente dispuesto.

La sentencia anula las normas de conservación aprobadas por el Gobierno de Canarias, entre otros argumentos, porque no se había procedido a la delimitación del BIC. Al día siguiente el portavoz del Gobierno de Canarias manifestó que el proyecto (de abrirle un boquete para negocio de particulares) seguiría adelante. Es un proyecto irrenunciable; más bien un negocio irrenunciable.

Después de veinte años solicitando su protección real, el Cabildo Insular de Fuerteventura, a través del consejero de Cultura del PSOE, Juan Jiménez, se despachó el expediente de declaración de BIC en un mes. Para ello se volvieron a saltar lo dispuesto en la legislación: se debe realizar un estudio pormenorizado de los valores a proteger, estableciendo la protección no solo a los grabados, sino al espacio que los sustenta y los dota de contexto e interpretación: la Montaña de Tindaya. No se realizó ningún estudio. El expediente se basa en el informe de Fernando Álamo Torres, procedente de la memoria arqueológica del proyecto de Chillida. La Consejería de Cultura y Patrimonio, además, cercenó el informe técnico: en el estudio se solicitaba la protección no solo de los grabados sino de todos los valores arqueológicos de la Montaña. Para mayor escarnio, la delimitación propuesta por el Cabildo es de dos metros a partir de los grabados algo que, según el doctor en Historia y arqueólogo José de León, no tiene precedentes en toda la gestión del patrimonio histórico del Estado español. En resumen, una mierda de expediente que debería avergonzar al consejero y a los técnicos que lo firmaron y que volverá a enredar aun más, si cabe, la madeja administrativa de un caso delirante.

La segunda sentencia es de apenas una semana. El Tribunal Supremo ha desestimado la devolución del dinero público -23 millones de euros- que nos robaron directamente a través del entramado corrupto que auspició el propio Gobierno de Canarias. Es más, la sentencia deja claro que el Gobierno fue parte conocedora e interesada de ese robo. Al día siguiente, cómo no, el portavoz del Gobierno volvió a repetir la consabida matraquilla: el proyecto es irrenunciable. A estos les da igual las sentencias judiciales, el dinero común y la oposición ciudadana. El negocio es el negocio. Pero, casi al mismo tiempo, la diputada majorera del PSOE, Belinda Ramírez, manifestaba que la obra no es un proyecto prioritario y que no se debe gastar ni un euro más en esa ocurrencia. ¿A quién debemos creer?

El caso Tindaya es sintomático del estado catatónico en el que se encuentra un partido que pretende  ser una alternativa de gobierno. Y es un ejemplo de por qué las personas de izquierdas que alguna vez creyeron su canto de sirena les dan la espalda. Son incapaces de plantarse, si quiera, ante un caso flagrante de corrupción que arrastra la friolera de dieciocho años. Dicen una cosa y hacen la contraria solo con la finalidad de beneficiarse de los repartos de cargos que le garanticen cuatro años en la política profesional. No hay más. Mientras la diputada majorera vendía el humo a los cuatro vientos, su compañero de partido, Juan Jiménez, firmaba un expediente que constriñe la delimitación del BIC a su mínima expresión, para que no sea impedimento a la osadía de vaciar el espacio natural y cultural con más figuras de protección de este Archipiélago.

Y nos entra la duda de si nos toman por tontos o no dan más de sí, porque esa estrategia de permanecer en el limbo político la repiten con insistencia. Un ejemplo más de cómo un partido lleva a lo extremos la máxima de que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha. El PSOE en Canarias saca su mano izquierda para brindarle al sol y si tiene que cerrarla para entonar la Internacional ante las cámaras no duda en hacerlo. Con la derecha contribuye, sin ambages, a limitar los derechos civiles y a participar de la corrupción sin mostrar arrepentimiento. Tindaya, es todo un ejemplo.


miércoles, 20 de noviembre de 2013

El día que cierren la Televisión Canaria

Cierran el Canal Nou, la televisión pública valenciana, y a sus trabajadores, que durante años han formado parte de su entramado manipulador, les entra una crisis de conciencia. Ahora que pierden sus puestos de trabajo denuncian lo que otras personas, colectivos y partidos venían denunciando desde hace tiempo. Un tiempo en el que permanecieron callados como erizos, dejando su dignidad de lado y su profesionalidad (y su profesión) a la altura de los ñoños y más abajo. Sí, es cierto, han pedido perdón públicamente, pero ese gesto solo ha sido motivado por el cierre de la empresa a la que le dedicaron lealtad por encima de los principios elementales del periodismo. Fueron lacayos y, sirva la comparación jurídica, conformaron la cooperación necesaria para que la manipulación pudiera producirse. No se pedían héroes ni modernos quijotes, simplemente que no traicionaran a su profesión: algo tan sencillo -y tan complejo- como no mentir, no ocultar la verdad, no censurar. Informar. Pero se dedicaron a desvestir la realidad y a ser la voz de su amo sin sentir la vergüenza de hacer justo lo contrario de lo que debieran. Y a los que sentían vergüenza transitoria el apuro se les curaba a base de nominazos.

Es posible que el Canal Nou llegara a niveles insufribles de manipulación mediática. Hasta en la deshonra hay jerarquías. Pero la Televisión Canaria podría echarle un pulso a su colega valenciana sin problema ninguno. Su director, Willy García, ha convertido un servicio público en un producto basura: la visión de algunos programas provocan náuseas y, en algunos casos, ganas de pedir asilo político en las Islas Salvajes. Si lo que se retrata en programas como La Gala o Viva la fiesta es parte de la idiosincrasia de este pueblo, larga y oscura es la travesía que nos queda por recorrer. Pero estamos convencidos de que, al igual que no nos sentimos representados por la mediocre clase política canaria, su televisión zafia, hortera y rastrera tampoco representa la realidad canaria por mucho fútbol, romería y baifo aromatizado con gofio de cinco cereales que nos metan por los ojos. Si este instrumento es, como sostienen, el eje vertebrador de este archipiélago estamos más empenados que una rueda de bicicleta sin radios.

Con todo, lo peor no es lo que sale, sino lo que ocultan. La joya de la corona, la esencia de la canariedad ultraperiférica, la emiten sus informativos. Paulino Rivero aparece y reaparece, entre noticias absurdas de sucesos, en los actos más inverosímiles e insustanciales. Ese hombre, si creemos las informaciones, no tiene vida. O tiene varias. O tiene dobles que lo sustituyen en las escenas peligrosas, bien arando con un burro majorero, bien peregrinando a todas las Vírgenes insulares, bien corriendo tantas medias maratones. Sí, de acuerdo, es el presidente del Gobierno, pero no deja de ser una de los dos millones de personas que habitan en esta tierra única. ¿Dónde están las casi cuatrocientas mil personas paradas?, ¿dónde las noticias sobre los recortes de los servicios sociales de Canarias?, ¿dónde la oposición al Puerto de Granadilla, a las regasificadoras, al agujero de Tindaya?, ¿dónde se ocultan las personas que el Gobierno de Canarias ha dejado sin atención sanitaria?, ¿dónde están las decenas de casos de corrupción de los partidos gobernantes de Canarias?, ¿dónde está Zerolo?, ¿dónde la imputación de Claudina Morales, Domingo González y toda la corporación de La Oliva?, ¿cómo sobreviven las cientos de familias sin ingresos ni ayudas institucionales?, ¿qué ha pasado con los miles de jóvenes que han sido expulsados del sistema educativo canario por falta de recursos, de becas, de oferta educativa?, ¿qué sucede con la represión policial en los barrios marginados?, ¿dónde están las voces críticas, los profesionales independientes, las minorías políticas, las alternativas sociales?

Pues eso. El día que amenacen con su cierre y con despedidos, los trabajadores de la Televisión Canaria lo mismo se recuperan de la amnesia informativa que ellos mismos provocan con su profesional silencio. Y lo mismo se sienten huérfanos de solidaridad, como huérfano se siente este pueblo de una televisión que no manipule ni que oculte la información a la que tenemos derecho.

domingo, 27 de octubre de 2013

El pollaboba

(Imagen extraída de El Día)
El término gilipollas, despojado por el uso de su carga sexual, ha devenido en un mero insulto, sinónimo de estúpido. Se suelta con frecuencia en conversaciones de la Península Ibérica pero la palabreja no ha tenido mucha suerte por aquí abajo. Y es que, esa g inicial que rasca la garganta y esa s final tan contundente, casi nos duelen en los oídos y hemos terminado por marginar la palabra por su sonido, como discriminamos otras palabras que nos suenan extrañas, estridentes, prescindibles. Para cubrir tremendo vacío alguien canarizó el insulto. Lo despojó de fonemas disonantes y le mantuvo su peyorativo origen sexual y su significado. El resultado fue la creación del pollaboba, que es lo mismo pero es distinto. Es una subespecie autóctona más cercana al cretino, al simplón, al bobomierda. Pero también al enterado, al echado pa'lante, al papafrita. Y hay veces que el pollaboba reúne en un solo cuerpo todo su campo semántico y los de todos los sinónimos. Entonces pasa a ser un pollaboba integral que en el lenguaje coloquial canario se resume en un ¡fuerte pollaboba!

Manuel Fernández es un diputado canario del PP y secretario regional del partido. Lleva más de veinte años viviendo de la política profesional, gracias a la cual se debe haber visto toda la filmografía clásica española en su iPad, porque a eso es a lo que se dedica en algunas sesiones parlamentarias. No es el único que utiliza el sueldo que le pagamos para alimentar su cultura. Hace apenas una semana la diputada de Coalición Canaria, Nuria Herrera, fue fotografiada en su escaño mientras hacía la tarea de su hijo porque, según explicó, su cargo le deja poco tiempo para tales menesteres. Pero Manuel Fernández también utiliza su tiempo parlamentario para estudiar las mareas. Y, claro, tras  veinte años que ha tenido para investigar el horizonte desde su escaño, el hombre ha concluido que si hay un vertido de petróleo, el océano, que es de derechas, lo arrastra para el continente africano, así que tranquilos.

La semana pasada Manuel Fernández manifestó en el Parlamento que los marroquíes piensan que en Canarias hay mucho gilipollas, básicamente englobados en el insensato sector de la población que sigue pensando que el negocio de Repsol no es el nuestro; sector que además, por no haberse leído su estudio científico sobre la dinámica de las mareas, piensa que en caso de un derrame el piche teñirá nuestras costas. Y la criatura se reafirmó y sentenció, sin hacer público su profundo análisis sociológico, que sí, que en Canarias hay mucho gilipollas, tantos como opositores a las benditas prospecciones petrolíferas en nuestro mar. Ya sabemos que en ese Parlamento se dicen muchas pollabobadas. De hecho, salvo algunas excepciones, el diario de sesiones contiene una alta densidad de pollabobadas, lo que lo convierte en el vademécum del pollabobismo. Pero oiga amigo, no sea usted faltón y menos con palabras tan groseramente extrañas porque si no aplicaremos el atenuante de defensa propia y le responderemos con sus mismas armas dialécticas pero en canario. ¿Lo entendió, pollaboba?

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El meridiano que pasa por Canarias

Dejando de lado su exquisito dominio del inglés este hombre nos va a volver locos. Habla siempre con tanta seriedad que pretende sentar cátedra. Parece que su lengua la mueven los dioses que, de paso, lo agraciaron con un saber enciclopédico. Desde que lo nombraron ministro está desparramado como un vertido de petróleo en un océano. El vídeo es una clase magistral de geografía absurda, de geopolítica del disparate; disparate, del que por cierto, culpa a alguien en su conferencia. Según el ministro de Repsol, el meridiano de Greenwich pasa por Canarias de toda la vida. Bueno, en realidad desde 1844 cuando, según la cronología soriana, todos los países del mundo (sic) se reunieron en Washington y decidieron establecer esa línea como el meridiano cero. Todos los países del mundo fueron veinticinco y la conferencia de Washington tuvo lugar cuarenta años más tarde, en 1884. Solo por esos fallos un alumno difícilmente aprobaría Geografía en el bachillerato, pero en España llega a ministro y se queda cobrando un sueldo de por vida.

Este hombre, a pesar de su pronunciación y de su rostro mal encarado, parece que es canario. Una cruz que sobrellevamos como podemos y es que, como dice un amigo, tiene que haber de todo. Este hombre debe de tener docenas de asesores que cuidan de él, le preparan sus discursos, le trazan la raya del pelo como un meridiano y le eligen las camisas. Este hombre es el que más mea en asuntos industriales y turísticos y dicta las órdenes que afectan a casi el cincuenta por ciento del Producto Interior Bruto de un Estado que está en el G20. Este hombre no duda, sino sostiene que el meridiano de Greenwich pasa por Canarias y además nos advierte que por mucho que nos empeñemos en que no pase por Canarias, el meridiano seguirá pasando. Es lo que tienen los meridianos, que son morrúos y no atienden a razones.

El meridiano de Greenwinch sale del Polo Norte y tira para abajo; pasa, a no ser que Soria lo discuta, por Greenwich; atraviesa sigiloso la Península Ibérica por la provincia de Huesca y otros lugares y sigue su feliz camino por África continental; se da un chapuzón en el Atlántico meridional y va a tener al Polo Sur. A no ser que Canarias esté en el Monte Perdido o en Togo y no nos hayamos enterado, el meridiano cero no nos roza desde que unos desalmados nos los robaron del Faro de la Orchilla. También puede ser que a Soria, que ya tiene unos añitos, se le quedara impreso en su memoria aquel cuadrito que nos aupaba no sé cuántas latitudes y nos situaba al lado de las Baleares en el mapa del tiempo. Lo mismo ese hombre cree que estamos allá arriba. Pero no puede ser porque si no se opondría a las prospecciones petrolíferas como se opone el PP de Baleares y de Valencia.

El caso es que, si visualizan el vídeo, observarán cómo Soria imparte dogma sobre algo tan elemental y se permite insultar a la inteligencia en general y a la cordura en particular de manera meridiana. No es un desliz, es una sobredosis de arrogancia. Pero lo que más asusta es que si miente públicamente y con tanta soberbia con algo tan demostrable ¿cómo creer a un ministro que nos jura con igual vehemencia que Repsol nos hará eternamente felices?

lunes, 5 de agosto de 2013

La Estrategia

(Viñeta de J. Morgan)
La política no es una profesión, es una vocación. Parece que se nace con eso, adherido a algún cromosoma, o a algún gen, o al espíritu, o a algo. O a lo mejor es al revés y es la vocación la que llama al político una triste tarde de invierno apartándolo de otros caminos que no eran vocaciones, sino profesiones. Por culpa de ella se han perdido para el mercado laboral grandes abogados, grandes médicos, grandes registradores pero, sobre todo, se han perdido grandes parados. Gente abocada a tener un empleo precario o a no tener oficio a la que, de repente, la maldita vocación política le asalta al cuello y ya no se libra de ella hasta la muerte. Esa vocación, parece demostrado, luego genera una reacción química que afecta a las neuronas y se termina diciendo machangadas, con todo respeto. De eso se da cuenta uno después de algún tiempo. Porque si se dicen con traje y gesto serio, mirando a las cámaras, las machangadas se convierten en sentencias o en aforismos o en frases cliché que se aprenden en la escuelas de corrección política, a donde acuden los políticos cuando la vocación vacila. Allí aprenden a expresarse combinando circunloquios y perífrasis rumbo a la nada. Y cobran por eso y por otras nadas.

La nada más absoluta es no aparecer ni cuando se llaman a ellos mismos. Se convocan y no van, muchas veces por cuestiones de agenda. Su frenética actividad nadista a veces los confunde y convocan un pleno cuando ya habían concertado la asistencia a la romería o a la comunión del ahijado. Hay veces que hasta el iPad que les compramos no les recuerda sus citas a tiempo; citas a las que, por otro lado, no están obligados a acudir porque las reuniones también son vocacionales. Y otras veces se alinean los planetas y se produce el encanto: demagogia e incomparecencia más o menos a partes iguales.

Preocupado por el avance de la pobreza, que entre tanto ajetreo lo ha cogido de improvisto, el Parlamento canario se convocó a sí mismo para aprobar un plan al que llamó Estrategia Canaria frente a la Pobreza, la Exclusión Social y a favor del Desarrollo Humano. Así, todo seguido, conteniendo el aliento y sin desparramarse por el camino. La Estrategia es para leerla, en especial en lo concerniente al Desarrollo Humano. Fundamentalmente se trata de dar dinero a los empresarios para crear empresas y cargos y cursos y comisiones de seguimiento y convenios con las cámaras de comercios y comercios con las cámaras de convenios. Esto es el desarrollo humano según el Parlamento y a este tipo de economía que nos desarrolla humanamente la denomina economía azul (sic) y se queda tan pancho. Todo se basa, si confiamos en la estrategia, en que hay que tener en cuenta que las personas en esa situación viven en un determinado espacio o territorio (barrio, comarca, pueblo, distrito, bloque de edificios, ciudad, isla, municipio…) y en cada espacio podemos tener lo que necesitamos si valorizamos lo que tenemos.

Cójase esta última frase, contenida en el documento estratégico, y dele la vuelta, pásela a pasiva, vírela boca abajo, sacúdala, hágale una liposucción sintáctica y, por favor, nos la explican. Los que carecemos de vocación estamos en otro nivel y no terminamos de comprender. O eso o que se están descojonando de los pobres advirtiéndoles de que en sus barrios tienen lo que necesitan pero no valoran lo que tienen. Pobres tontos. Pero esto sería una provocación y no una vocación, que tienen la misma raíz pero caminos políticamente divergentes. Y esta gente -los diputados canarios que no los pobres- son gente seria y llevan meses asegurando que este pleno contra la pobreza era el más importante de la legislatura y posiblemente del último milenio. Pero se les descuadró la agenda poniéndolo el día veintinueve de julio: de sesenta señorías solo acudieron a votar treinta y seis. Confundieron la vocación con la vacación. Un descanso merecido después de poner un título tan largo a una estrategia compleja y además azul. Y es que no siempre valorizamos lo que tenemos en ese espacio parlamentario, donde la democracia y la pobreza están como ausentes. 

miércoles, 31 de julio de 2013

Repsol y un cangrejo que pasaba por ahí


La multinacional Repsol ha finalizado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) sobre las prospecciones petrolíferas en aguas de Canarias. Todavía, sin estar publicado en el correspondiente BOE, la prensa canaria -en especial La Provincia- ya ha tenido acceso a la información del Estudio y, en cuestión de horas, ha editado dos noticias que solo ofrecen la opinión de la compañía. Algunos minutos más tarde el resto de medios de persuasión de masas -canarios y estatales- se apresuraron a repetir el informe emitido por Repsol, resumido en estos dos titulares: Repsol cree imposible que haya un derrame de crudo en Canarias y Repsol descarta la presencia de especies protegidas en la zona.

La prensa oficial -casi en su totalidad- está en nómina de Repsol, es decir, está vendida y amordazada. Nunca veremos, por ejemplo, un artículo levemente crítico a las actividades de Repsol en periódicos como El País. Al contrario, periódicos como este hicieron de la nacionalización de YPF en Argentina una cuestión de Estado. Son muchos los millones que les llegan a través de la propaganda de la compañía, cuando no tienen intereses entrecruzados en distintas empresas y entidades financieras. Así pues, no es de extrañar la celeridad con que los medios venden la actividad petrolífera como benigna: el éxito de la compañía es también su éxito.

Pero existen cosas sorprendentes en lo publicado por los medios de persuasión con respecto al EIA. El primero de los titulares, el que nos promete aguas limpias, no merece mucho comentario. Los ejemplos de derrames son tan numerosos y tan graves que solo un mentiroso patológico o un accionista de Repsol podría negarlo. Además, sería abundar en lo ya sabido: hace unos meses el diputado del PP, Manuel Fernández, lo explicó categóricamente: “Las posibilidades de un derrame en una plataforma es de una entre cien mil, y, en ese caso, las corrientes siempre se lo llevarían a la costa de África, nunca hacia las Islas; por tanto, riesgo cero para Canarias”. Pues eso, que se jodan esos africanos por no haberse situado en el lado bueno de las corrientes.

La prensa insiste en el comunicado (recordemos, emitido por Repsol y que ella repite cual cacatúa) que el Estudio ha costado más de cuatro millones de euros y que en él han intervenido prestigiosos especialistas, algunos de ellos pertenecientes a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Como si el poder de Repsol -que tiene en nómina no solo a gran parte de la prensa sino a gobiernos enteros- no tuviera la posibilidad de comprar informes a la carta para ejecutar cualquier tropelía que le cotizara en bolsa. Porque, y en eso Repsol no es una excepción, los EIAs son exactamente eso: documentos preceptivos que justifican cualquier tipo de disparate anti ambiental y social, firmados por eminentes científicos que le ponen precio a su dignidad. Los ejemplos también son abundantes. En el EIA para perforar la Montaña de Tindaya (que recordemos, es el espacio con mayor número de figuras de protección del Archipiélago) se asegura que el agujero de Chillida no solo no afectará negativamente a la Montaña sino que le será, misteriosamente, beneficioso. Así que las instituciones insulares no deberían poner el grito en el cielo por el resultado del EIA de Repsol: ellas llevan décadas haciendo lo mismo.

Cuando a un ciudadano con cierta conciencia ecológica le toca leer un EIA debe tener a mano infusiones calmantes, medicamentos contra la ansiedad y mucho sentido del humor. Hemos leído decenas de estos documentos pero recordaremos, aparte del de Tindaya, otros tres casos. Uno de ellos justificaba el trazado, todavía en espera, que afectaría al famoso eje Norte-Sur (una autovía totalmente innecesaria) desde La Caldereta hasta Puerto del Rosario. Esa nueva carretera en su paso por los Llanos de Guisguey va a afectar a una importante población de aves esteparias allí ubicadas, posiblemente mucho antes de la llegada del ser humano a la isla. El informe de aquel EIA reconocía la presencia de los animales pero nos informaba, por si no lo sabíamos, que las aves tienen la capacidad de volar y que, por lo tanto, se pueden ir a dar la lata a otro sitio.

El segundo EIA lo era sobre la intención de unos empresarios de abrir una cantera en Lajares. La cantera de extracción de áridos afectaba de lleno a la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA de Lajares). Esa ZEPA, como todas, antes de declararse como tal, debe venir avalada por estudios preliminares que justifiquen su declaración. La existencia de avutardas, gangas, alcaravanes, engañamuchachos y otras especies estaban documentadas año por año con cientos de avistamientos. El EIA reconocía los informes pero los ponía en duda porque, aseguraban los biólogos que la firmaron, ellos habían ido tres veces y no habían visto ninguna avutarda y les había parecido haber escuchado la llamada de una, pero muy, muy lejos.

El tercer caso tuvo que ver con el primer intento (ahora reiniciado) de instalar más de trescientas torretas, de más de cincuenta metros de altura, para un tendido eléctrico que abrirá, como una jarea, Fuerteventura de punta a punta. Los biólogos en esa ocasión, para negar su negativo impacto visual, incorporaron una fotografía de una torreta de las actualmente existentes. El pie de foto ponía lo siguiente: "Como se puede observar, la instalación no tiene ningún efecto negativo sobre el paisaje, salvo que el observador tenga una actitud subjetiva que condicione su visión".

Contamos todo esto porque, según lo publicado por los media de Repsol, en este océano que nos baña hay de todo menos vida. A pesar de los cuatro millones invertidos en el EIA, de los meses de observaciones y de la colaboración de eminencias universitarias, solo se pudieron avistar, en la zona afectada, a "un tiburón quelvacho, tres ejemplares de merluza canaria, un cangrejo ermitaño, dos corales aislados de menos de 20 centímetros cada uno y diversas esponjas, pero en unos niveles de densidad mínima". ¡Y que todavía haya simplones que a esta zona la sigan denominando banco pesquero canario - sahariano!

Este EIA hiere la sensibilidad. No tanto por las mentiras como por los resultados. Vale, el tiburón puede buscar una tiburona a unos cuantos kilómetros de distancia; las merluzas pueden montarse hasta un trío; los corales son casi de piedra y algunas especies de esponjas son asexuadas, pero ¿qué va a pasar con el único cangrejo ermitaño que habita en los más de seis mil kilómetros cuadrados que ocupa el área a explotar?, ¿fue su celibato una opción personal? Al menos nos queda el consuelo de que, jamás de los jamases, una mancha de piche oscurecerá su vida de anacoreta. Palabra de biólogo, a sueldo de Repsol.


sábado, 20 de julio de 2013

Un Gobierno en el casino


  
(Inés Rojas, consejera de Vivienda. Imagen canarias-semanal.org)
 
El Gobierno de Canarias divulgó una campaña propagandística en el año 2009 bajo el lema Tenemos un Plan. En la foto, dos jóvenes -hombre y mujer- sonreían ufanos; ella enseñaba una llave delicadamente con su mano derecha, como si mostrara una medalla obtenida en una competición deportiva; detrás, un bloque de viviendas sin estrenar, la preciada mercancía. La hipoteca joven canaria los acababa de hacer felices. Y también los acababa de meter en un tremendo embolado.

La joven pareja había acudido atraída por un canto de sirena, mitad belleza, mitad tiburón. No fueron los únicos: miles de jóvenes canarios picaron en el anzuelo buscando ser propietarios, la máxima aspiración que se vendía dentro de una burbuja. Daban igual los motivos: había que vender. La entidad delictiva que gestionaba la Hipoteca Joven Canaria, la extinta Caja de Canarias, lo tenía claro en su publicidad: "Si quieres independizarte, aunque no tengas ningún motivo, te damos la solución".

La Hipoteca Joven Canaria ofrecía algunas ventajas. La más publicitada era que los compradores se podían acoger a una subvención de hasta doce mil euros. Pero había trampa, escondida en la letra chica del contrato. Las subvenciones estaban condicionadas a la dotación presupuestaria: si había dinero se concedían, si no, pues a llorar a la marea. Juran las personas afectadas que nadie les informó de este pequeño detalle. Se acercan a los dos mil. Se constituyeron en plataforma de afectados y denunciaron públicamente y ante el Gobierno de Canarias su situación: jóvenes hipotecados canarios timados por la publicidad engañosa. La plataforma ha conseguido arrancar un compromiso al Gobierno de Canarias para paliar sus desdichas. Como para fiarse.

La entidad que gestiona este Plan es Visocan, una sociedad anónima mercantil pública. Oficialmente es de todos los canarios y canarias; técnicamente, se supone, está gestionada por expertos en vivienda; realmente es una impresentable empresa especulativa que juega con nuestro dinero al bingo y a otros menesteres inclasificables. Por ejemplo: durante los años 2008, 2009 y 2010 Visocan activó una acción denominada Plan de Actuación Especial para la Isla de La Gomera, con unos gastos acumulados de 1'6 millones de euros. El gerente de ese Plan cobró un total de 232.928 euros por los tres años, unos setenta y siete mil euros por ejercicio. Hubo al menos dos gerentes. El sueldo puede parecer excesivo pero es que las criaturas se lo curraron con un riguroso trabajo: a cargo a los presupuestos de la vivienda social se impartieron cursos de pulso y púa en Arure y Playa Santiago, cursos de bailes canarios en Hermigua, un taller de papel artesanal y vidrio, cursos de corte y confección y cocina o una subvención de 29.000 euros a los empresarios para la campaña de Navidad de 2009. También se pagaron varias facturas por recopilar el material periodístico y fotográfico sobre el alucinante Plan con el fin de elaborar la memoria. La única relación con la vivienda, no social, que tuvo ese Plan fue el pago del alquiler de las oficinas y de la casa del gerente. Su sueldo no daba para tanto.

Pero el capítulo más extraordinario de Visocan es su inversión en productos especulativos. En el año 2004 Visocan destinó parte de su dinero, de nuestro dinero (¡cien millones de euros!) contratando un swap con la entidad financiera Merrill Lynch. En el año 2010 -en plena crisis- la entidad volvió a contratar otros dos swaps: uno con el Banco de Santander por 25 millones de euros y otro con Societé Genérale por 75 millones. En total 200 millones de euros de dinero público invertido en un bicho indescifrable (el swap es una operación especulativa de alto riesgo que, según parece, depende de los tipos de interés y del IPC) que carcome las debilitadas cuentas públicas.

¿Quién coño le ha dado permiso a estos mentecatos para que el dinero de las viviendas sociales sea invertido en la especulación financiera? Nadie y todos, es decir, ellos mismos que dicen son la soberanía popular. Como resultado se han perdido más de dos millones de euros de la caja común desde el año 2008, porque el bicho está dando pérdidas. Y, como los swaps están contratados hasta el año 2019, nos seguirán robando impunemente una media de más de un millón por año. ¿Saben ya los jóvenes canarios hipotecados dónde está el dinero desaparecido de sus subvenciones? Sí, como buena banda de ladrones...hicieron un Plan. Por cierto, el año pasado Visocan ejecutó un ERE: despidieron a 26 trabajadores...porque no había dinero. 


lunes, 15 de julio de 2013

Tres casos de represión


Represión sindical
 
El 8 de marzo del pasado año cinco mujeres accedieron a la sede de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Eran y son activistas de Intersindical Canaria. Con gran dificultad pudieron desplegar una pancarta desde una de las oficinas. La dificultad no la produjo el peso de la pancarta, ni el texto que incluía (Mujeres de Canarias contra la Reforma Laboral), sino la oposición de algunos trabajadores y trabajadoras que defendieron a la empresa como si les fuera la vida en ello. Una reacción humana comprensible fruto del poder ideológico, del miedo, de asumir la (des) conciencia de que la empresa que nos explota es nuestra mejor amiga. El reproche más repetido de los trabajadores hacia las activistas durante la pacífica reivindicación fue la de "yo no me meto en tu casa sin permiso". Esa casa no es ni tan siquiera una empresa cualquiera, es la empresa de las empresas, la patronal, una agrupación elitista, una banda de explotadores, la representación divinizada del capital en esta tierra única.

En Canarias, con una población de más de dos millones de habitantes, cuatro mil personas se apropian del 80% de la riqueza que se genera. Ese 0'2 por ciento de la población se concentra, básicamente, en la CCE y esa casa que defendieron sus trabajadores está construida con el dinero que nos han robado y nos siguen robando. Pero, lejos de intentar su expropiación, las activistas solo querían advertir con su acción que esa casa es cómplice de la reforma laboral que ha aumentado los niveles de explotación de la mayoría, con especial repercusión en las mujeres. La acción reivindicativa fue grabada por Cristobal García Vera, colaborador de Canarias-semanal.org.

La patronal denunció a las sindicalistas y al reportero. Un año después la magistrada del Juzgado de Instrucción nº 8 de Las Palmas, María Victoria Rosell, miembro de la asociación Jueces para la Democracia, los procesaba. Finalmente a Cristobal García Vera el fiscal le retiró la acusación de un delito "contra la intimidad y la propia imagen"; a las cinco mujeres se les mantiene la acusación de haber cometido el delito de "allanamiento de domicilio de persona jurídica"; la fiscalía solicita para ellas una pena de un año de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y abono de las costas. ¡Un año de prisión por denunciar que la reforma laboral solo beneficia al empresariado! 

Represión universitaria

En febrero de 2011 un grupo de estudiantes con representación en el claustro de la Universidad de La Laguna, AMEC, denunció públicamente que desde la Facultad de Psicología se estaban tramitando negligentemente la adjudicación de becas y que, fruto de esos errores, unos trecientos jóvenes corrían el riesgo de perderlas. El decanato de la facultad se defendió aduciendo que las becas las tramita otro organismo (Fundación Canaria para la Promoción de la Educación, dependiente del Gobierno de Canarias) y que, según sus informes, eran solo cien las personas pendientes de obtener las becas. Los burócratas de la facultad se sintieron dolidos y ofendidos por tamaña injuria y elevaron la queja al rectorado; el servicio de Inspección propuso al rector que se le incoara expediente a veintitrés estudiantes por dos graves faltas: difamación y falta de probidad, que es la manera fina de designar la falta de honradez. Ambas faltas están recogidas en el Reglamento de Disciplina Académica que data del muy democrático año de 1954.

Posteriormente se realizó una criba entre los expedientados quedando limitada las sanciones a once de los estudiantes. En el interín AMEC publicó una nueva nota de prensa aclarando que no cuestionaba el papel profesional de los trabajadores/as de la Facultad de Psicología sino que denunciaban una situación angustiosa para las decenas de jóvenes pendientes de recibir el montante de sus becas. Los expedientes cristalizaron con duras sanciones para los afectados dada la irreparable ofensa de haber equivocado el centro de sus críticas: donde dijeron Facultad de Psicología deberían haber dicho Fundación Canaria para la Promoción de la Educación.

AMEC recurrió la resolución acudiendo a la justicia y la justicia recientemente (junio de 2013) acaba de dejar sin efecto las sanciones dado que "en la publicación litigiosa no se detecta ninguna expresión ofensiva o injuriosa limitándose el comunicado a exponer unos hechos con ánimo de que se mejore el servicio y se eviten prejuicios. Una publicación hecha en el ejercicio legítimo del derecho del gobernado a controlar al gobernante, a la libertad de expresión y de información, a la legítima crítica de la actuación de los poderes públicos y a la defensa de los estudiantes por los miembros de un grupo claustral, a cuyo efecto se ha constituido, no puede entenderse como una ofensa de palabra”. Además se condena a pagar las costas procesales a la ULL.

En este caso la justicia ha hecho justicia pero podía no haberla hecho. Independientemente de la sentencia nos encontramos con un desproporcionado caso de persecución, acoso y hostigamiento en un ámbito, el universitario, que debería ser paradigma de espacio crítico contra los poderes establecidos incluso cuando ese poder es la propia universidad. Por cierto, que el rector - Eduardo Doménech Martínez- ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Eso significa que todos nosotros seguiremos pagando un proceso judicial inaudito y sin precedentes y aumenta la evidencia de que el empeño sancionador está bañado de tintes inquisitoriales. 

Represión contra la libertad de expresión

Pedro el Gasio es un joven palmero, verseador, ácrata e independentista. Conduce, junto a otro compañero -Dailos González- el programa Frente a Frente que emite Radio Murión desde Tazacorte al resto del mundo. Radio Murion es diversa y emite programas diversos y quizás esa sea la razón por la que se ha convertido en la más escuchada en el valle de Aridane donde se concentra la mitad de la población palmera. Y, como se sale a menudo del redil informativo tan políticamente correcto, el Gobierno de Canarias ha intentado cerrarla. Pero las instituciones no son sus únicos enemigos.

En el Valle de Aridane el agua de regadío proveniente de La Caldera de Taburiente es privada, es decir, está en manos de aguatenientes que también son terratenientes. Si se hicieran con el aire serían los dueños de todos los elementos. Las haciendas de Argual y Tazacorte acaparan agua y tierra desde hace más de quinientos años cuando el conquistador Alonso Fernández de Lugo y su sobrino Juan se apropiaron de esos bienes públicos. A lo largo de su historia a estas haciendas se han ido incorporando otras poderosas familias que han controlado la agricultura del Valle de Aridane con un brutal poder coercitivo. Así, hasta nuestros días. El pequeño agricultor que quiera agua se la tiene que comprar a los caciques; el que proteste se queda sin ella.
 
Desde Radio Murión se ha denunciado con insistencia esta pervivencia de política local caciquil. Por eso han sido denunciadas ocho personas, desde el dueño de la emisora hasta intervenientes en algunos programas. En total, los demandantes piden doscientos mil euros, cuarenta mil al bueno de Pedro el Gasio. Los denunciantes son los Rosendos (Rosendo Luis Cáceres y Rosendo Luis Brito, padre e hijo) implicados, entre otras lindezas, en un gran pelotazo urbanístico. Ambos, según una sentencia firme del Tribunal Supremo, participaron en una maniobra de recalificación de terrenos para beneficiar a un particular. Uno es el arquitecto del ayuntamiento de Tazacorte, el otro realizó labores de intermediario en la venta de una finca que, de la noche a la mañana, pasó de ser agrícola a urbanizable. El padre es, además, administrador general de las mencionadas haciendas de Argual y Tazacorte. Pedrito, hay que reconocerlo, se pasó: dijo que ese territorio estaba dominado por caciques de mierda. Con lo buenos que son.
 
Estos son solo tres casos de intentos recientes de represión en Canarias. Una tierra donde instituciones públicas y privadas intentan por todos los medios evitar la contestación ciudadana, donde las voces disidentes tienen enfrente un conglomerado poderoso que intentan acallarlas. Pero a esas mujeres, a esos jóvenes y a esos Pedritos es imposible ponerles una mordaza. Se zafan y, de paso, nos recuerdan donde vivimos.

sábado, 15 de junio de 2013

Inauguración en el país de la muerte

(Fotografía extraída de www.laprovincia.es)
Teodoro Obiang fue durante años el hombre de confianza de Francisco Macías. El segundo apellido de ambos es Nguema. Eran sobrino y tío y compartieron durante mucho tiempo su gusto por la sangre humana. Macías era el dictador supremo, Obiang el jefe de las cárceles, campos de concentración, tortura y descuartizamiento sistemático. Se esmeraron. Juntos eliminaron a más del diez por ciento de la población de Guinea Ecuatorial y más de un tercio de sus habitantes tuvo que exiliarse. Macías se autodenominó como Único Milagro de Guinea Ecuatorial, a Fernando Poo le puso su nombre y arropó a su sobrino que de teniente pasó a ser teniente coronel, viceministro de Defensa y siniestro carcelero mayor de Black Beach, la cárcel de Malabo, la capital del país. Obiang disfrutaba con las torturas y procedía a realizar espeluznantes juegos. A menudo ordenaba que se trasladara a un grupo de presos a algún bosque próximo y los invitaba a matarse entre ellos prometiendo al que quedara vivo que sería puesto en libertad. El vivo tenía suerte, siempre era asesinado de un tiro en la cabeza.

En 1979 el sobrino derrocó al tío, lo enjuició y lo fusiló. Se autonombró Dios, España se apresuró en legitimar su presidencia y Marruecos envió un destacamento que aún hoy continúa siendo su guardia pretoriana. Pero un torturador lo es para toda la vida y Black Beach sigue siendo la cárcel donde se encierra a cualquier sospechoso de no adorar al dios Obiang. Una sala de la cárcel es conocida como La Oficina. A lo largo de estos treinta y tres años de dictadura de Obiang, el presidente ha acudido en numerosas ocasiones a esa sala. Algunas noches algunos significados presos, casi siempre acusados de alta traición, son llevados a La Oficina sabiendo que se acabaron sus días. Obiang se sienta y preside un tenebroso y simulado juicio. Los interrogatorios no los hace ningún fiscal sino otros sádicos asesinos que le arrancan al reo algo más que una confesión. El preso muere torturado, Obiang no firma la sentencia, solo bendice que el acto se ha ajustado a derecho.

Obiang gana todas las elecciones. No tiene rival. Literalmente, no tiene rival. Cuando gana, gana y cuando pierde también gana. Sus poderes presidenciales son absolutos y su fortuna supera los mil millones de dólares, lo cual significa que pueden ser dos mil o cinco mil millones. El dinero lo obtiene de un juego de rapiña. Él le entrega a las empresas petroleras extranjeras parte del petróleo guineano y estas le entregan el 35% de los beneficios que van directos a sus cuentas y a los de sus familiares. Guinea tiene la mayor renta per cápita de África, superior a la de su antigua metrópoli, España, pero tiene uno de los peores puestos en los índices de desarrollo humano. Él está en la revista Forbes, Guinea Ecuatorial en las denuncias de Amnistía Internacional.

La semana pasada se inauguró un majestuoso edificio en Malabo. Se trata de la sede de la multinacional petrolera Noble Energy. A ese edificio, construido en una nueva zona de negocios conocida como Malabo II, sus dueños y la dictadura lo llaman campus, que es como llamar demócrata a Obiang. La Oficina de Prensa de Guinea informó que el presidente de la compañía, Chuck Davidson, le entregó en el sencillo acto protocolario una bandera nacional (sin especificar de qué nación) que había viajado a La Luna en 1976 con el Apolo XV. También informó que la empresa es un modelo de virtudes medioambientales, comprometida con las comunidades guineoecuatoriales.

El campus petrolero lo ha construido una empresa de Fuerteventura, CORORASA, la misma empresa que ha financiado a los grandes partidos políticos de la isla desde hace décadas. A todos, sin excepción. Sabemos que el capital no tiene patria y mucho menos conciencia. Si huele el dinero en una dictadura le sigue el rastro sin importarle los muertos. Pero al acto de la inauguración también asistió el presidente del Cabildo de Fuerteventura. Para justificar su asistencia (que lo mismo hubiese ido a la inauguración de un campus de Repsol si lo construyese la misma empresa) el presidente emitió una nota de prensa. En ella aclara que asistió al acto porque apoya la internacionalización (sic) de las empresas majoreras que crean empleo... fuera de la isla. Para que no hubiese espacio para la interpretación, Mario Cabrera, el presidente, manifestó que su apoyo a las empresas majoreras en la dictadura guineana es "claro, contundente y sin dudas". En cambio a algunas personas que sufrimos su actuación como presidente del empresariado majorero sí nos asalta una duda: ¿qué se siente, don Mario, al darle la mano a un ladrón que somete a la pobreza a un pueblo, a un cerdo torturador, a un violador sistemático de los derechos humanos, a uno de los mayores asesinos en serie de la reciente historia del continente africano?, ¿a qué clase de mierda huele un genocida?

domingo, 26 de mayo de 2013

Mi país

El 30 de mayo de 1983 se celebró la primera sesión del Parlamento de Canarias. Los políticos, pagados de sí mismos, decidieron homenajearse proclamando ese día el Día de Canarias. Cada año, ese día, este país desahuciado, con los indicadores sociales más desastrosos del Estado, se pone el fajín y las enaguas, se embriaga de ron y vino, agarra el timple y celebra los tópicos que nos conmueven. La casta política se muestra orgullosa y a sus miembros les entra un subidón de canariedad al borde de la sobredosis. Al día siguiente vuelven a la realidad y dedican todo su empeño a perpetuar sus privilegios, a destruir nuestros horizontes, a mentirle a la mismísima verdad.

A las personas que luchan por esta tierra y su sociedad los 365 días del año le dedicamos este poema, variación libre y adaptada de la canción O Meu País de los músicos brasileños Orlando Tejo, Gilvan Chaves y Livardo Alves.

Mi país

Un país que a sus pobres margina
que no oye el clamor de los olvidados
donde los humildes jamás son escuchados
y una elite sin moral es la que domina.
Que permite la injusticia en cada esquina
y nos mueven como fichas en su parchís
donde el turista con dinero es un ser feliz
pero se excluye a la gente sin papel
puede ser el país del oropel
mas no es, con certeza, mi país.

Un país donde las leyes son desechables
por ausencia de códigos correctos
donde gobierna el pretérito imperfecto
y nos reparten migajas, los miserables.
Un país donde las personas respetables
no tienen voz, ni marcan la directriz
pero donde los corruptos tienen voz y tienen bis
una tierra que manda su futuro al garete
puede ser el país del tenderete
mas no es, con certeza, mi país.

Un país que a sus jóvenes ha ignorado
y a las ciencias y a las letras no respeta
donde la sanidad es una lista que solo espera
que la operen en un hospital privado.
Un país donde la escuela ha claudicado
y ha arrancado a la rebeldía de raíz
que sostiene que luchar es solo un matiz
del que hay que olvidarse en cuanto antes
puede ser el país de los farsantes
mas no es, con certeza, mi país.

Un país que celebra el carnaval
y ante la injusticia, calla y calla,
donde alzan monumentos a los canallas
y cuestionar el poder está muy mal.
Un país que lo ve todo normal
porque siempre nos quedará Madrid
que se niega a ser buen aprendiz
si tiene que aprender de los errores
puede ser un país de perdedores
mas no es, con certeza, mi país.

Un país, verdadera encrucijada
del dinero que con esmero blanqueamos
un archipiélago del que a veces renegamos
para ser periféricos de la nada.
Una tierra fratricida disputada
dividida por una oscura línea matriz
un país que avanza cual lombriz
y donde se silencia al que disiente
puede ser el país de los ausentes,
mas no es, con certeza, mi país.

Un país que esconde su identidad
que sepulta y destruye sus emblemas
que prefiere mantenerse con cadenas
aferrado a la global vulgaridad.
Un país que tiene incapacidad
de cerrar con orgullo la cicatriz
que se conforma con llamar millo al maíz
y festeja ser país un solo día
puede ser el país de la hipocresía
mas no es, con certeza, mi país.

domingo, 28 de abril de 2013

La mamanza


En algunos sitios de Canarias, hasta hace algunos años, era común un término que designaba algo así como el acaparamiento desigual de los recursos que ocasionaba una ventaja para algunos y una desventaja para otros. Cuando se improvisaban los equipos de fútbol en los parques y en las calles y un equipo reunía a los mejores jugadores, descompensando así el partido, no era extraño que el capitán del equipo agraviado se dirigiese al otro con una queja airada: "¡Tú lo que quieres es la mamanza!"

En el que fuera segundo aeropuerto de Fuerteventura, Los Estancos, se están realizando las obras del primer Parque Tecnológico de Canarias. Se trata de la obra pública de este archipiélago con más financiación en el año 2013: 20 millones de euros, cuya mayor parte proviene de los fondos europeos. Dos UTEs realizan las obras en las que trabajan unas 120 personas. La campaña de propaganda que vende el Parque Tecnológico insiste en que se trata de una obra clave para diversificar la economía majorera y canaria puesto que será el escenario para la instalación de empresas de Investigación, Desarrollo e Innovación. La obra es, por tanto, la creación de una infraestructura con dinero público para que los empresarios, los pobres, se cobijen en ella para hacer sus negocios: una auténtica mamanza.

El primer parque tecnológico de Canarias (en el Estado hay más de cuarenta, la mayoría infrautilizados) es una creación de control y mamoneo político. Se gestiona a través de una sociedad anónima pública y el capital pertenece en su totalidad al Cabildo. Su Consejo de Administración es, con alguna excepción, un cónclave de políticos y funcionarios (con militancia política) que ven de esa manera aumentar sus buenos salarios con la asistencia a los plenos. Hay miembros de tres partidos políticos, CC, PSOE y el PPM, algunos de los cuales sustituyen a anteriores consejeros del PP. Destaca la presencia de un genio del I+D+I, Domingo González Arroyo, nombrado segundo vicepresidente del Consejo de Administración y que, a partir de su nombramiento, se bebe los vientos (y viceversa) por el presidente del Cabildo, Mario Cabrera, que también es presidente del Consejo de Administración. Tras décadas de insultos mutuos y de llamarse de todo menos bonito, (Mario lo acusaba de destructor, de marqués y de facha y Domingo le respondía que era un sectario, un talibán y el medianero de ATI en Fuerteventura) la mamanza del Parque Tecnológico los ha unido como baifos que comparten una misma ubre.

Destaca también que un vocal del Consejo de Administración, Tenesor Martín Torres, sea personal de confianza del presidente del Cabildo, puesto por el que cobra 4.888 euros brutos mensuales a lo que habría que sumar las gratificaciones por las asistencias a los plenos del Consejo. Un doble enchufe sin anestesia. O el caso de Luis Alba Vilches, un socialista sui genéris al que tampoco le basta con los emolumentos desorbitados que cobra como director general del Instituto Canario de Administración Pública (¿alguien sabe para qué demonios sirve ese organismo?).

Que el Parque Tecnológico es una mamanza lo sabemos desde sus orígenes. En el año 2009, se le asignan a dedo 58.000 euros a un empresario vasco, Manuel Cendoya Martínez, para que preste el servicio de "Asesoramiento para el desarrollo del Parque Tecnológico de Fuerteventura". La adjudicación a dedo fue todo un despropósito: en agosto de aquel año se le otorgó la adjudicación definitiva a ELEMATEC S.L. cuyo representante legal era el mencionado empresario. Por algún asunto que desconocemos cuatro meses después se volvió a realizar una nueva adjudicación definitiva, esta vez a la empresa Kunayala S.L., cuyo administrador único es, nuevamente, el señor Cendoya. La empresa Kunayala. S.L. fue constituida a finales de septiembre de 2009; dos meses después el Cabildo de Fuerteventura le da los 58000 euros. Todo parece indicar de que se trata de una empresa creada ex profeso y como única finalidad para hacerse con esa partida económica pública.


El Parque Tecnológico no se sabe para qué se va utilizar, ni qué empresas allí se instalarán. Si alguna vez se utiliza será para facilitarle a los ricos sus negocios. Pero de momento está sirviendo para que las empresas constructoras alivien su crisis. Los 20 millones de euros les garantizan buenos beneficios (la media de los salarios de los 120 trabajadores no supera los 1000 euros) al mismo tiempo que generan sobresueldos para los participantes políticos del Consejo de Administración. Una verdadera mamanza que ilustra como, en tiempo de crisis, los hábitos de la corrupción continúan vivitos y coleando. Castellón, Huesca o Ciudad Real cuentan con aeropuertos sin aviones ni pasajeros. Fuerteventura puede batir todos los récords: contar en un futuro próximo con un antiguo aeropuerto, lleno de edificios bioclimáticos y corrupción y vacío de aviones, de sensatez y de humanidad. 


domingo, 10 de marzo de 2013

La ley del OVNI

(Viñeta de El Roto)

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias  ha anulado unas oposiciones de bomberos convocadas por el Ayuntamiento de La Oliva. Los opositores que las aprobaron conocían las respuestas. Alguien, desde el tribunal de la oposición, había filtrado las contestaciones correctas. El tribunal estaba presidido por la alcaldesa, Claudina Morales, quien, dada su alta capacidad de trabajo, es también diputada autonómica. La alcaldesa, pese a la contundencia de la sentencia, no ha pedido disculpas, no ha presentado su dimisión y todo parece indicar que actuará como presidenta del nuevo tribunal de oposiciones.

Los dieciséis afortunados elegidos que aprobaron la prueba escrita deberían quedar inhabilitados de por vida para ejercer de bomberos, no tanto por conocer las respuestas filtradas por el tribunal, como por el peligro que supone tener una plantilla que cree que existen los OVNIS, cuya presencia en nuestra tierra está regulada por ley. Al preguntarse en el examen cuáles eran las fuentes documentales inspiradoras de la Constitución Española de 1978, los dieciséis elegidos optaron por la opción D, es decir, que todas las anteriores respuestas eran válidas. Las otras respuestas, válidas para el tribunal y los elegidos, eran las siguientes: opción A, la Constitución española de 1931; la opción C, la Declaración Universal de los Derechos Humanos; y la opción B, una increíble ley marciana: la Ley de OVNI de 1949. Increíble pero correcta según el tribunal.

Los duendes cibernéticos actuaron a escondidas del tribunal e hicieron un estropicio tipográfico. Quizás no fueron los duendes, sino energías desconocidas, entes sin dimensión o la propia luz de Mafasca los que habían trastocado la respuesta B: donde apareció la Ley de OVNI debería haber aparecido la Ley de Bonn de 1949, que es como se conoce a la Constitución alemana aprobada aquel año. Eso explica que los dieciséis elegidos y el propio tribunal diera por buena la ley de OVNI como ley inspiradora de la Constitución española, lo cual explicaría, de alguna manera, algunos artículos de la Ley Fundamental, sagrado texto que permite que el Rey pueda cometer cualquier delito sabiendo que nunca podrá ser juzgado, como seguramente haría cualquier dictador de una lejana galaxia. Pero si fuese vecino de La Oliva no dormiría muy tranquilo sabiendo que los bomberos que aprobaron la oposición creen que el tráfico de OVNIs está regulado por ley, y que el tribunal -alcaldesa al frente- piense que si una nave de Andrómeda tiene una avería a la altura de Lajares, puede enviar a los bomberos para que abran la puerta con una pata de cabra para liberar a los extraterrestres atrapados.

La verdad es que es un caso digno de un debate en Cuarto Milenio: los opositores que conocían las respuestas las fallan, pero aprueban; los que no pertenecían al grupo de los elegidos aciertan, pero suspenden. De los dieciséis elegidos que aprobaron fraudulentamente la oposición, trece obtuvieron las plazas convocadas y, a día de hoy, ejercen como bomberos terrestres en La Oliva, aunque crean que la Constitución española la inspiran las leyes de la confederación interplanetaria. La alcaldesa y diputada Claudina Morales también se mantiene en sus puestos aunque, que se sepa, continúa cogiendo el binter  para acudir a las sesiones en el Parlamento canario en vez de subirse a un platillo volante para ahorrarnos costes. El resto del tribunal - funcionarios, concejales, representantes sindicales y técnicos- también permanecen habilitados como personas humanas hasta que no se demuestre que tras sus pieles se esconden lagartos. ¿Estaremos gobernados por marcianos? 

domingo, 3 de marzo de 2013

¡Estás bonito, Casimiro!


En una reciente reunión del Patronato de Espacios Naturales de La Gomera, el presidente del Cabildo (quien también preside el Patronato) perdió los papeles. El representante del colectivo ecologista Tagaragunche, Rubén Martínez Carmona, le solicitó información oficial sobre varios aspectos relacionados con el incendio que asoló La Gomera durante el último verano. Además de negarle la información, Casimiro se despachó entre exabruptos, ofensas y amenazas contando, eso sí, con el silencio temeroso del resto de los asistentes a la reunión. A Casimiro no hay quien le lleve la contraria y controla la isla como un señor feudal. Dispone y reparte prebendas, escribe homilías en la prensa que versan sobre su ombligo y asume poderes plenipotenciarios que convierten a la democracia representativa en un juego de rol: ustedes votan, yo mando. Por todas estas cualidades, por su innegable carisma y su carácter benefactor, a Casimiro le conocen en La Gomera -acólitos y críticos- como Papi. Es, su figura política, una suerte de híbrido entre Jesús Gil y José Luis Baltar, el autodenominado cacique bueno gallego. Y coincide con ellos en algo más que en su (indi) gestión política. Comparte los malos modos, la soberbia, las imputaciones judiciales y el aumento desproporcionado de sus patrimonios personales.

No contento Casimiro con el espectáculo que dio en la reunión del Patronato, emitió un comunicado fiel a su personalidad política: falaz, difamatorio, capcioso. El comunicado empezaba pidiendo disculpas, por si he ofendido, para, acto seguido... seguir ofendiendo. Cuestiona, el cacique bueno y nuestro, el posicionamiento ético del representante ecologista en su vida personal y profesional. Hasta ahí llega la bajeza moral de un personaje, caricatura de sí mismo. Pero también es un signo inequívoco de que este hombre no ha entendido lo que significa democracia, siendo capaz de -en su calidad de presidente del Cabildo- emitir un comunicado difamador contra una persona que simplemente le ha solicitado información. Insiste, Casimiro, en que Rubén va en contra de todo lo que no sea su doctrina.

Rubén es profesor, un excelente profesor que lleva ejerciendo la docencia durante más de veinte años en la isla de La Gomera. Rubén imparte clases de Geografía y de Historia y probablemente tiene el récord canario de alumnos y alumnas que, gracias a su influencia como profesor, han decidido cursar estudios superiores en esas materias, tan desprestigiadas por los medios y el poder. Pero, más que mencionar sus virtudes, sería conveniente centrarse en lo que no es, en lo que no hace.

Por ejemplo, Rubén, que se sepa, nunca ha sido detenido en un prostíbulo, ni en Madrid, ni en ningún sitio, como le sucedió a Casimiro siendo senador del Reino. Su doctrina -es decir, sus principios- le impide comercializar con el cuerpo femenino, tratar a la mujer como un objeto sexual, contratar un servicio ilegal para colmar sus impulsos genitales. Debe ser porque, además de principios, tiene cerebro y en su cerebro no habita la desconsideración permanente hacia las mujeres que suelen ejercer los hombres que pagan por consumir carne femenina, como si compraran carne en la carnicería.

Rubén, que se sepa, no está imputado ni está siendo investigado por varios delitos, como Casimiro. Debe ser que su doctrina le impide mezclarse en asuntos ilegales, aprovecharse de su condición de autoridad pública, pensar que está por encima del bien y el mal. Es más, seguro que sabe que hay cosas que están bien y cosas que están mal, algo que debe desconocer Casimiro a tenor de tantas causas que tiene abiertas en los juzgados.

Rubén, que se sepa, nunca ha detenido a nadie en contra de su voluntad, como hizo Casimiro siendo alcalde de la Villa de San Sebastián, delito por el que fue condenado. En su doctrina, al contrario que en la de Casimiro, no cabe privarle, nada más ni nada menos, la libertad a un ser humano. En aquel momento, en los inicios de su fulgurante carrera en la política corrupta, Casimiro ya dejaba salir a pasear, de cuando en cuando, al sheriff que ya le parasitaba en su interior.

Rubén, que se sepa, no ha engordado su patrimonio personal como si fabricara el dinero y los inmuebles en las cloacas de una institución. Aquí ya no es tanto un asunto de doctrina, aunque bien pudiera, porque, aunque le cueste entenderlo a Casimiro con sus ojos de Tío Gilito, hay personas que no necesitan acumular bienes, ni hacer ostentación permanente de la desigualdad que encumbren, ni  se dejan arrastrar por la codicia que estimula el poder. Aquí, el asunto es que con un sueldo de profesor difícilmente se pueden acumular siete viviendas repartidas en La Gomera, en Tenerife y en Madrid, nueve garajes, cuatro locales comerciales. Difícilmente puede adquirir 12.999 participaciones, valoradas en 485.394 euros, en Lameros del Barranco SL, una sociedad mercantil propietaria de unos terrenos urbanizables situados en el plan parcial del mismo nombre, en la villa de San Sebastián de La Gomera. Tampoco, que se sepa, Rubén ha recibido 96.450 euros en imposiciones bancarias en efectivo no justificadas. Cosa que Casimiro, gracias a su doctrina, ha logrado con su solo sueldo de animal político, aumentando el valor de su patrimonio en trece años desde los 364.000 euros a los más de dos millones, según consta en el informe de la Unidad de Delitos Urbanísticos de Santa Cruz de Tenerife.

En fin, que, como hemos visto, está bonito Casimiro para dar lecciones de ética. Rubén no es el primero de los damnificados por los modos dictatoriales del virrey de La Gomera, pero sí el último, de momento. Vaya por delante nuestra solidaridad con Rubén y con cualquier persona que sufre la persecución y la difamación por ejercer la crítica democrática hacia el poder. Habrá que armarse de doctrina y de paciencia porque  a cada heredero ideológico de Hernán Peraza le llegará su hora, y a cada cochino, su san Martín.