Existe una página del
Gobierno de Canarias (www.canaryislandshub.com)
que es un engodo institucional para que las empresas foráneas se
instalen en Canarias como territorio propicio para que hagan sus
negocios en el continente africano. La página dibuja un paisaje
idílico para el empresariado y se recrea en nuestras maravillosas
condiciones y nuestros sublimes indicadores sociales y económicos:
desde un clima inigualable hasta una sanidad y una educación que ya
la quisieran para sí los nórdicos esos.
Se entretiene la página,
cómo no, en las maravillosas ventajas fiscales que ofrece esta
sublime tierra, vergel de belleza sin par. Para los empresarios
claro, solo faltaba que los y las currantes tuviesen en este
Archipiélago un trato ventajoso. Los privilegios son los ya sabidos:
si la empresa se instala en la Zona Especial de Canarias sòlo paga un
4% del Impuesto de Sociedades (éxito que se remarca con una
llamativa y ufana estrella en la página) y si el pobre empresario
todavía no lo ve claro las autoridades gubernamentales le recuerdan
que puede acogerse a una exención fiscal del 90% de sus beneficios
gracias a la famosa, opaca e inmoral Reserva de Inversiones de
Canarias (RIC).
Pero la razón para
invertir en Canarias más llamativa, vergonzosa e hiriente es la
siguiente: La población canaria tiene unos costes laborales
relativamente más competitivos que en el resto del terrirtorio
español. El coste laboral medio por trabajador en Canarias durante
el tercer trimestre de 2012 ascendió a 2.127,71 € /mes frente a
los 2.598,69 € /mes de media del resto del territorio español,
situando a Canarias por debajo de la media nacional.
Estos datos fueron luego
actualizados y la página muestra orgullosa el siguiente cuadro:
En un reciente debate
parlamentario el grupo de Podemos afeó esta obscena propaganda al
Gobierno de Canarias. El presidente – tan corto como perezoso-
respondió que tal propaganda de la explotación era un ejercicio de
transparencia y que sí, que él gobierna para los empresarios porque
son los que crean empleo. No se observó, ante tal sentencia, ni un
atisbo de incomodidad en su socio de gobierno, el PSOE;, ni una mala
cara, ni una matización posterior.
No sabemos si esto es lo
que hay o simplemente esto es lo que tenemos: un partido
nacionalista deseoso de que el capital foráneo nos colonice como
plataforma para colonizar el continente africano y un partido
socialista orgulloso de nuestros salarios de miseria. Sea lo que sea,
esto no es el mundo al revés. Es el mundo real que nos invita al
exilio, aunque sólo sea para perder de vista a estos impresentables
que se muestran tan felices por las penas de nuestro pueblo.