(Imagen extraída de www.laprovincia.es) |
En los
últimos años tres infraestructuras militares de la isla de Fuerteventura han
sido declaradas de interés para la Defensa Nacional. Se denominan zonas de
interés para la Defensa Nacional las extensiones de terreno, mar o espacio aéreo
que así se declaren en atención a que constituyan o puedan constituir una base
permanente o un apoyo eficaz de las acciones ofensivas o defensivas
necesarias para tal fin[1]. En total
cerca de 50 kilómetros cuadrados, el 3% de la isla, tienen la máxima protección
que les otorgan las leyes españolas para el entrenamiento, el espionaje y como centro
de operaciones para el desplazamiento de tropas a otros países. Una base
militar con carácter ofensivo no declarada oficialmente.
En el
año 2009 la montaña de La Muda (municipio de Puerto del Rosario) fue declarada
de interés para la Defensa Nacional[2]. En junio
de 2012 se amplía la zona declarada para permitir la instalación de nuevas
infraestructuras vinculadas al Sistema Conjunto de EW «Santiago»[3]. Este
“Sistema” es un programa secreto que complementa la red de espionaje militar
destinado a la denominada Guerra Electrónica[4]. El
programa se articula a través de varios proyectos de espionaje. En el caso de
La Muda sus instalaciones -blindadas- estás destinadas al proyecto SCATER II,
siglas de Sistema de Captación de señales Terrestres. Salvo que Defensa
considere a los habitantes de esta isla como enemigos potenciales para su
seguridad, las antenas van dirigidas a captar señales terrestres de los países
cercanos del norte del África continental, en especial en los países ribereños
y la zona del Sahel[5].
En
marzo de 2012 se declaró de interés para la Defensa Nacional el campo de tiro
de Pájara, municipio del sur de la isla[6]. Este campo
de tiro se creó en 1976, para que los legionarios, recién desembarcados de la
colonia española en el Sahara, pudieran seguir entrenando con armas y fuego
real. El paso del Tercio Juan de Austria por Fuerteventura (2.500 legionarios a
una ciudad de tan solo 12.000 habitantes) se saldó con innumerables
enfrentamientos con la población civil, atemorizando a sus pacíficos habitantes
y dejando un reguero de tropelías que van desde el asesinato de civiles hasta
el secuestro de barcos y aviones. Los 42 millones de metros cuadrados
expropiados pertenecían a 35 vecinos particulares aunque la gran mayoría del
espacio era terreno mancomunado, propiedad municipal. Desde entonces los
vecinos y vecinas de Pájara han tenido que soportar no solo el robo por parte
del Estado de unos terrenos heredados y custodiados desde hacía más de cinco
siglos, sino también las continuas molestias de convoyes, helicópteros,
bombazos y el destrozo continuo de ese espacio natural y etnográfico. Quizás
por eso, en su estrategia de intentar vender las excelencias de la presencia
militar en la isla, se ha llegado al más ridículo de los oxímoron: en el
primer acto de celebración del 425 aniversario de la Capitanía General de
Canarias se presentó el libro Amanay: naturaleza y conservación para
demostrar, en palabras del Jefe del Mando en Canarias, que en ese campo de tiro
se hace “adiestramiento sostenible”[7].
Con su
declaración de interés para la Defensa Nacional, el campo de tiro ha aumentado
de hecho su perímetro de seguridad, apropiándose así de más terreno particular
y comunal. No está de más recordar que el campo de tiro ha sido utilizado
innumerables veces para el entrenamiento de las tropas que defienden la
seguridad española en lugares tan cercanos y amenazantes como Afganistán, como la llevada a cabo en marzo de 2013 con
presencia incluida del ministro de Defensa, Pedro Morenés.
Apenas un año más tarde, en abril de 2013, el acuartelamiento Teniente Coronel Valenzuela, en el municipio de Puerto del Rosario, también se declara como de interés para la Defensa Nacional, ampliándose su perímetro de seguridad[8]. Esta instalación, utilizada como centro de instrucción de reclutas para la Legión hasta 1996, está situada estratégicamente al lado del aeropuerto de Fuerteventura y posee el triste honor de haberse transformado en campo de reclusión para los inmigrantes que en la década pasada arribaban en pateras a las costas de la isla.
Apenas un año más tarde, en abril de 2013, el acuartelamiento Teniente Coronel Valenzuela, en el municipio de Puerto del Rosario, también se declara como de interés para la Defensa Nacional, ampliándose su perímetro de seguridad[8]. Esta instalación, utilizada como centro de instrucción de reclutas para la Legión hasta 1996, está situada estratégicamente al lado del aeropuerto de Fuerteventura y posee el triste honor de haberse transformado en campo de reclusión para los inmigrantes que en la década pasada arribaban en pateras a las costas de la isla.
El seis de enero del presente año el teniente general Juan Martín Villalón, jefe del Mando Militar de Canarias, manifestó que de acuerdo con el concepto de «frontera avanzada» en el continente africano, el Mando de Canarias debe mantener un papel predominante como vanguardia ante posibles intervenciones en ambiente desértico». El alto militar se entretuvo en detalles: la principal unidad de despliegue con la que cuenta el Archipiélago, la Brigada Ligera Canarias XVI, una de las cinco brigadas ligeras con las que cuenta el Ejército español, está en condiciones de desplegarse por sorpresa, en cortísimo espacio de tiempo, a través de unidades helitransportadas donde fuera necesario. También reveló que esta Brigada recibirá en breve un número significativo de blindados medios sobre ruedas, vehículos protegidos y de alta movilidad táctica, así como morteros y cañones que aumentaran «considerablemente su potencia de combate y exigirán un esfuerzo adicional en el adiestramiento». Por último, también informó de que esta Brigada ha ejecutado ejercicios militares simultáneamente en Fuerteventura y Mauritania, en cumplimiento de un acuerdo de colaboración con el Ejército de Mauritania, y que ha «contribuido con un batallón a la Fuerza Conjunta de Reacción Rápida y con otro a la Fuerza de respuesta de la OTAN»[9]. Apenas unos días después, el 30 de enero, desembarcaban en Fuerteventura 16 vehículos blindados que habían sido retirados de la ocupación española en Afganistán además de una cantidad de munición sin especificar ni cuantificar.
A todo este escenario prebélico se une la peligrosa circunstancia del proyecto de Repsol y del Gobierno de España de realizar prospecciones petrolíferas en las aguas colindantes a Lanzarote y Fuerteventura. El asunto, si hemos de creer al entonces jefe del Mando Militar de Canarias, teniente general César Muro Benayas, no es baladí. Según este militar “el tema del petróleo, que va a saltar, va a ser un foco de inestabilidad y aumentará la tensión”. Añadiendo una sui géneris clase magistral de geopolítica militar: "Esto no es León o Segovia. Hay que ser conscientes de que vivimos en las Islas a cien kilómetros del continente africano, y por aquí pasan todos los barcos; y cerca está Al Qaeda del Magreb islámico, el grupo más violento de los terroristas. Los europeos saben qué significa ser agredidos por un vecino"[10].
Así pues, Fuerteventura, la más cercana de las Islas Canarias al continente africano, cuenta con un sistema de espionaje dirigido hacia él; con un campo de adiestramiento geográficamente similar al que se encontrarán en la más que probable guerra en esa zona; con una Brigada, convertida en unidad especial para los ambientes desérticos, que regularmente se entrena en ella; con acopio de armas, municiones y vehículos preparados para una intervención rápida y un acuartelamiento colindante al aeropuerto que ha extremado recientemente sus medidas y zona de seguridad. Estos datos quedan, además, refrendados por las manifestaciones de los militares de mayor graduación en Canarias. Lejos de alimentar teorías conspirativas la realidad contrapone su lamentable versión: la de una isla que contra su voluntad prepara la guerra que luego veremos por televisión camuflada, como siempre, de intervención humanitaria y democrática.
[1] Artículo 2 del Real Decreto 689/1978, de 10
de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de zonas e instalaciones de
interés para la Defensa Nacional, que desarrolla la Ley 8/1975, de 12 de marzo,
de zonas e instalaciones de interés para la Defensa Nacional.
[2] Orden DEF/1411/2009
[3] Orden DEF/1413/2012
[4] Sofisticados equipos radiogoniométricos de
interferometría correlativa, radiogoniómetros de banda ancha, receptores de
comunicaciones de exploración rápida, receptores digitales de exploración de
señales radar, sensores optrónicos, sistemas de clasificación de señales,
sistemas de análisis y fusión de datos, sistemas de proceso y sistemas de
comunicaciones específicos.
[5] Información publicada en el periódico El
País (29-10-2013).
[6] Real Decreto 600/2012
[7] Canarias 7,
11-1-2014
[8] Orden DEF/609/2013
[9] Extracto de la pregunta parlamentaria
presentada por el diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo Iturbe. Boletín
Oficial de las Cortes Generales de 27 de enero de 2014.
[10] La Provincia, 24 de enero de 2014.
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