miércoles, 18 de abril de 2012

El bicho

  (Cortesía de Archipiélago Machango)

El elefante había nacido en 1987 y alguien lo bautizó con el nombre de Repsol. Era un elefante español, nacido en cautividad y sin dueño conocido porque lo había adoptado el Estado. Solo diez años después de su nacimiento al animalito lo fueron vendiendo vivo, pero a cachos: unos trocitos para tal empresa, otras porciones para otra. Lo metieron en una bolsa, lo agitaron, lo volvieron loco y mutó. Los colmillos le crecieron desproporcionadamente y su trompa se alargó kilómetros y kilómetros succionando todo lo que encontraba a su paso. Engordó una barbaridad. Parte de su sobrepeso lo adquirió en Argentina donde pastaba a sus ansias. Se convirtió en un bicho voraz, extraordinario: chupaba petróleo argentino por su trompa y cagaba hidrocarburo refinado. Sus dueños recogían las cagadas y se las volvían a vender a Argentina a precio de oro negro inflado en los mercados. Ya no era un elefante, era un surtidor. De vez en cuando el animal entraba en crisis, problemas hepáticos y renales de tanto filtrar dinero. Entonces se enfurecía y arrasaba con todo lo que encontraba: una comunidad indígena por aquí, un ecosistema por allá. Pero sus mayores dificultades le venían por conflictos de intereses. De tanto engordar creyó que no tenía fronteras y claro, los lugareños se fueron mosqueando con el bicho. Cuando eso sucedía aparecían varios amaestradores que se apresuraban a llamar y a calmar los ánimos. Llamaban desde La Moncloa, llamaban desde La Zarzuela, llamaban desde Ferraz. Había llamadas hasta de Soria.

El elefante, que ya no era elefante, llevaba tiempo columpiándose en la tela de una araña y la tela de araña terminó por romperse en plena pampa. Los argentinos debatieron entre psicoanalizarlo o nacionalizar la parte correspondiente al peso obtenido con el petróleo de su tierra. La cosa les llevó su tiempo porque a los argentinos les gusta el debate. Concluyeron que el tratamiento sicológico era inviable porque aquella fiera solo poseía instinto devastador y no había antecedentes sexuales que justificaran su conducta. De hecho, su pene también se había modificado bursátilmente en una trompa succionadora de patrimonios nacionales, así que optaron por nacionalizarlo.

Y entonces los amaestradores se pusieron de los nervios. El Rey de los elefantes amenazó, muleta en mano, con enviar a su yerno a arreglarle las cuentas a Argentina. El Gobierno español, que lo considera como su hijo natural, propone medidas contundentes, seguramente algún recorte a la importación del mate; el PSOE, que tanto cariño le ha dado a la criatura, se postró a los pies de la bestia y hasta se rumorean presiones del Real Madrid para que Messi no juegue el sábado. Los únicos que no han perdido los nervios del todo son los anónimos de las redes sociales, uno de los cuales escribió en su muro que "cada gobierno hace lo que cree mejor para su país: Kirchner para Argentina y Rajoy para Alemania".

Mientras tanto, en un lejano país africano llamado Botsuana, se ha celebrado un congreso de elefantes de verdad, han hecho una declaración formal y le han enviado toda su solidaridad a Argentina. En ella sostienen que no reconocen a Repsol como miembro de su especie y han decidido declarar animales non gratos a las multinacionales, a los nuevos colonizadores y a los reyes.

4 comentarios:

  1. María Blanca Bermúdez18 de abril de 2012, 20:11

    aisss jesusito de mi vida... echaba de menos leer una de tus entradas.. llevo desde el año pasado sin este tipo de lecturas que me encantan, qué satisfacción volver a leer cosas tan buenas!!

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  2. La cuenta es de pootamadre y el frase - Kirchner para Argentina y Rajoy para Alemania"...es simplemente la realidad. A ver? que te parece si comunicarnos con "España" y pide que les pone a nuestro disposición como arrecife artificial de las posibilidades que fueron y hacemos buen negocio con turistas buceadores!!!!!

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  3. IZQUIERDA UNIDA APOYA EN EUROPA LA DECISIÓN DEL GOBIERNO ARGENTINO DE NACIONALIZAR PARTE DE REPSOL-YPF

    Estrasburgo, 18 de abril del 2012
    Ante el debate en el Parlamento Europeo sobre la 'seguridad jurídica de las inversiones fuera de la UE', el eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer, ha pedido "respeto ante la decisión soberana del Gobierno de Argentina de nacionalizar parte de REPSOL-YPF", al tiempo que ha expresado que "no comparte en absoluto la intención del Gobierno de España de equiparar intereses privados de inversores de diversas nacionalidades con una cuestión de Estado".
    Y es que como ya ha señalado Izquierda Unida, más del 50% de la compañía REPSOL es propiedad de accionistas extranjeros y la empresa sólo declara en España un 25% de sus beneficios totales. Además, mientras sus beneficios se incrementaron en un 11,9%, el salario de sus trabajadores sólo aumentó en un 1,7%.
    "Desde la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica respetamos el derecho de todos los países de ejercer su derecho soberano de control de sus propios recursos naturales y de regular sus economías según el interés público. Por esta razón, apoyamos la decisión del Gobierno de la República Argentina de nacionalizar YPF, filial de REPSOL", señaló Meyer.
    Además, el también vicepresidente de la Asamblea Parlamentaria Euro- Latinoamericana recordó que "YPF fue una empresa creada por el Estado argentino en 1922 y privatizada por las políticas neoliberales aplicadas en los años 90 en el país, siguiendo los dictados del Fondo Monetario Internacional. Recetas que tuvieron las dramáticas consecuencias sociales en el país latinoamericano que ya conocemos y que cada vez padecen más trabajadores europeos".
    Por ello, el Coordinador de Política Internacional de Izquierda Unida ha reclamado "respeto ante esta decisión, tomada por un gobierno soberano que no hace sino nacionalizar una empresa que estuvo en manos del Estado y que nunca debería haberse privatizado. El Gobierno de España y la Comisión Europea deberían dejar de actuar como defensores de los intereses de multinacionales como REPSOL y centrarse en la defensa del interés social y medioambiental, tanto en la Unión Europea como en los países con los que mantiene acuerdos".
    "En tiempos de crisis, precisamente medidas de este tipo son las que debería adoptar el Gobierno de España y emprender el rescate de un sector estratégico clave para la economía como es el paquete energético, que debería ser de titularidad pública", prosiguió.

    "Por ello, desde mi grupo parlamentario hemos presentado una resolución alternativa a la acordada entre populares, socialdemócratas, liberales y conservadores en la que respaldamos esta legítima decisión del Gobierno argentino, a la vez que consideramos que una nacionalización de REPSOL por parte del Gobierno español y su puesta al servicio del interés común sería una medida eficaz para combatir la crisis mediante la transferencia de sus beneficios a los trabajadores y consumidores, en vez del pago de desorbitadas primas a sus accionistas", concluyó Meyer.

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  4. Hola compañero y camarada por aquí los aires no son buenos me desterraron de profesor de historia y sólo puedo impartir filosofía , ya ves. Por cierto te quería pedir opinión sobre el libro sobre casas viejas que exculpa a Azaña de su vinculación y culpabiliza al capitan Rojas . El libro es de Tano Ramos premio comills de tiempo editorial tusquets ... Un abrazo. Por cierto pronto hablamos de cuentas económicas de tu ida a la patria de los godos...como ustedes dicen..

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