El Ayuntamiento de Puerto del
Rosario impulsa desde hace un tiempo una magnífica campaña publicitaria
denominada Apadrina un árbol. En su información pública el Ayuntamiento presume
de haber recibido dos veces la
Escoba de Plata, otras dos veces la Bandera Verde y el
prestigioso, aseguran, Premio Ciudad Sostenible. Las instituciones y los medios
de persuasión cuentan una realidad contraria a la realidad existente. No
tenemos ni idea de cuáles son los organismos que conceden estas distinciones
pero con toda seguridad nunca han estado en la capital de Fuerteventura y,
muchos menos, en sus espacios naturales.
El barranco de Río Cabras tiene
su nacimiento en la cabecera del pueblo de Casillas del Ángel aunque es a
partir de Tesjuates cuando el barranco se profundiza. Su nombre, registrado
desde hace siglos, hace mención al caudal permanente de agua que discurre por
su cauce, incluso en años maldecidos por la sequía, como el actual. Su
aprovechamiento también ha sido histórico. Poblados y manifestaciones rupestres
preeuropeas recorren las lomas y los cuchillos que le dan amparo. Y algunos
acuerdos del Antiguo Cabildo también testimonian su importancia: la fuente de
Río Cabras debía de ser limpiada (por los vecinos de la banda de Guize) cada
ocho días. Era de obligado cumplimiento y se condenaba con multas y hasta días
de cárcel a quienes se inhibieran. La fuente de Río Cabras estaba dividida en
compartimientos llamados cajas, una para los camellos, otra para las cabras y
ovejas, otra para las yeguas, otra para las vacas y otra para las personas. La
labor de mantenimiento era especialmente importante entre los meses de abril y
junio quedando preparada para la sed del verano. Su importancia queda también
constatada porque en 1899 se creó la sociedad La Esperanza para la
explotación y aprovechamiento de sus aguas.
Con posterioridad se construyeron varias represas y presas en su cauce que hoy, colmatadas por las tierras de arrastre, quedan como humedales donde especies migratorias y autóctonas encuentran un ecosistema ideal para descansar, nidificar y cazar. Un lugar privilegiado para la observación de aves donde los guirres, las aguilillas, los cernícalos y los cuervos comparten espacio con las cigüeñuelas, las fochas, los tarros canelos, las garzas, los camachuelos trompeteros o las lavanderas.
Cuando se tomaron estas fotografías (febrero de 2012) el cauce del barranco y algunas de sus laderas estaban colmatadas de basura, sobre todo de bolsas de plástico. Se puso en conocimiento de las autoridades municipales y se nos aseguró que se pondría solución. A día de hoy la situación es peor y el espectáculo que ofrece el tramo medio e inferior del barranco es, como pueden comprobar en las siguientes fotografías, lamentable, vergonzoso, insalubre, nauseabundo: un río de mierda.
Pero, en honor a la verdad, hay que reconocerle a las instituciones su interés por mantener limpio ese espacio natural. En algún momento del pasado se tomaron la molestia de limpiar parte del barranco. Seguramente para que conste su ímproba labor dejaron varios sacos con basuras a la sombra de los tarajales. Así que solicitaremos formalmente al Ayuntamiento que nos conceda el privilegio de apadrinar este ejemplar, un extraordinario tarajal de cuyas ramas y raíces nacen plásticos con la misma facilidad con que la política local recibe premios medioambientales.
O sea: que además de la contaminante pretensión del petróleo de Soria-Repsol existen otras muchas degradaciones ambientales cerquita de nosotros, al lado mismo; pero, desgraciadamente, eso no parece importarle demasiado a la gente. ¡Qué pena! ¡Sigue luchando!
ResponderEliminartocate los cojones, vas a conseguir que le quiten la Escoba de Plata, las Bandera Verdes y el Premio Ciudad Sostenible. ¿escobita escobita dime quien es el municipio mas limpio de la isla?
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