martes, 26 de abril de 2016

Incorruptible



El presidente de Canarias, derroche de intelecto, nos ha sorprendido con una sentencia filosófica, mitad aforismo, mitad metáfora de nuestro tiempo.

Dijo Fernando Clavijo, que así se llama la criatura, lo siguiente: Las personas que no se presentan a las elecciones son más propensas a la corrupción. Lo dijo como si fuera un médico que, con un cigarro en la mano, le dice al paciente que no fuma que tenga cuidado, porque no fumar lo hace más propenso a enfermar de bronquitis.

Pensemos lo que ha dicho el hombre. Usted un buen día se levanta y, como nunca se ha presentado a las elecciones, le empieza a entrar un cosquilleo, un no sé qué inexplicable que le convierte en una persona sospechosa, susceptible de ser corrupta. Le pone el desayuno a sus hijos y los engaña con el azúcar, con la mantequilla, con las tostadas; de cada producto se queda un porcentaje y lo va metiendo en la lata b de las galletas María hasta que pueda utilizar lo acaparado sin que nadie lo detecte.

Se va al trabajo o la oficina del paro. Intenta engañar al conductor de la guagua o soborna al gasolinero o chantajea al policía que le quiere multar. Roba el periódico en el estanco y le cuela un billete falso al ciego que le vende la lotería.

Así va estar usted todo el día, desde que se levanta hasta que se acuesta. Un sin vivir. Su vida es un engaño continuo por no haberse vacunado contra la corrupción poniendo su jeta en un cartel electoral. Hasta que no se presente a unas elecciones usted piensa en b, o en negro, o en diferido.

Los partidos saben que usted es sospechoso, saben que es un corrupto potencial, que está programado genéticamente para ser corrompido. Y hacen todo lo que pueden por reeducarlo socialmente. Le ofrecen un cargo de confianza, le proponen contratar a su hermana o a su sobrino en el ayuntamiento, le aseguran que el material de oficina lo comprarán en la librería de su cuñado y las farolas en la empresa de su padre. Le proponen recalificarle ese terrenito que estaba protegido y le ofrecen unas vacaciones pagadas en un hotel de lujo para aislarlo de los comunes y corruptos mortales. Le arreglan la acera de su calle, le asfaltan la calle donde vive, le alquilan un local de su propiedad como almacén municipal, le otorgan una subvención diseñada para usted. Le abren una cuenta en Suiza, le montan una empresa opaca en Panamá y le ofrecen un listado de testaferros dignos de toda confianza.

Si usted pasa todas esas pruebas con solvencia ya está listo para blindarse contra la corrupción. Usted ya ha sido reeducado, usted ya puede ir en una lista electoral, usted ya es insobornable. Usted ya está domesticado para ayudar a otros ciudadanos que, como usted antes de presentarse a las elecciones, iban de por libre creyendo que los políticos profesionales como Clavijo tienen todas las papeletas para ser unos corruptos y que, además, les falta un hervor.

sábado, 23 de abril de 2016

Chillida ¡ñoos! II


El prometido proyecto de Chillida tiene un récord mundial: es la (presunta) obra de arte más cara del mundo. Sin haberse movido una sola piedra, sin iniciarse el proyecto, ha costado cerca de 30 millones de euros. De dinero público, del dinero de los habitantes de este archipiélago.

Empecemos por aclarar que en el año 2008 Domingo Berriel, entonces consejero de Medio Ambiente y Política Territorial, admitió en sede parlamentaria que se habían gastado 25'7 millones de euros. Desde entonces las instituciones canarias (Gobierno y Cabildo) han seguido sepultando dinero público en el agujero de Chillida. Estos son los principales hitos del robo del siglo.

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En diciembre de 1995 se reúnen en Santa Brígida siete altos cargos del Gobierno de Canarias. La reunión durará dos horas. En esas dos horas llegaron al acuerdo de entregarle 1.150 millones de pesetas a las dos empresas – Canterías Arucas y Cabo Verde- que explotaban las canteras de Tindaya. A la primera empresa se le pagó 150 millones y a la segunda 900. Ese dinero se pagó para rescatar las concesiones mineras y así poder hacer la obra de Chillida.

El procedimiento normal cuando se quiere hacer una obra pública es acudir a la expropiación. No fue el caso y se llegó a este disparatado acuerdo para favorecer a las empresas. Según los cálculos del PSOE (entonces en la oposición) si se hubiese acudido a la expropiación el precio a pagar no hubiese superado los 20 millones de pesetas.

Dos meses antes el banco Central Hispano había encargado a una agencia de detectives un informe sobre la empresa Cabo Verde. El informe emitido constata que la empresa (propiedad de Bittini, amigo de Olarte) tenía 12 embargos y 5 hipotecas. La suma de lo que debía Cabo Verde era de 900 millones de pesetas y estaba al borde de su disolución. La empresa de Bittini fue saneada con el dinero de los canarios gracias a esta increíble maniobra. Tres majoreros participaron de aquella reunión: Miguel Cabrera Cabrera (viceconsejero de Cultura); Domingo Berriel Martínez (viceconsejero de Industria) y Eugenio Cabrera Montelongo (viceconsejero de Medio Ambiente).

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Casi un año después el Gobierno de Canarias vuelve a destinar dinero público al agujero de Tindaya. Esta vez fueron 1.960 millones de pesetas para realizar estudios de viabilidad e implantación de la obra de Chillida. Los 1.960 millones se esfumaron en un entramado societario en el que participaba Cabo Verde, FCC y NECSO Entrecanales. No se realizó ningún estudio. Años más tarde el Gobierno de Canarias recurrió a los tribunales buscando el dinero. La justicia dictaminó que el propio Gobierno había participado y fiscalizado el proceso y que, prácticamente, se estaba demandando a si mismo. No se recuperó ni una peseta. Es lo que se conoce como el caso Tindaya.

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Año 2005. El Gobierno encarga sondeos geotécnicos a Estudios Guadiana. Recordemos que esta empresa es propiedad de Lorenzo Fernández Ordóñez, ingeniero amigo de los Chillida. No se hace concurso público y se le encarga a dedo a Estudios Guadiana contraviniendo los procedimientos administrativos prescriptivos. Estudios Guadiana es la empresa que va a dirigir el agujero de Chillida. Obviamente los resultados fueron los esperados porque, como es normal, Estudios Guadiana no iba a emitir un informe en contra de los intereses de Estudios Guadiana. Se libraron dos partidas de dinero público para pagarles : una de 1'5 millones de euros y otra de 1'9 millones.

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Si suman los anteriores capítulos verán que dan un resultado de 22'1 millones de euros. El resto, hasta llegar a los más que probables 30 millones de euros, nos fueron robados de las formas más singulares: procedimientos judiciales (casi todos perdidos por el Gobierno de Canarias); una maqueta del agujero de Chillida que costó una millonada; participación en exposiciones diversas (ARCO, FITUR, etc); realización de un documental divulgativo de las excelencias del proyecto; se llegó a pagar el pasaje, hospedaje y manutención a decenas de periodistas de los principales periódicos españoles y europeos para que divulgaran el proyecto; arreglo de la Casa Alta de Tindaya para convertirla en centro de interpretación del agujero y, en fin, una cantidad imposible de cuantificar de viajes (y comilonas) de aquí para allá y de allá para aquí de los Chillida, Mario Cabrera y Paulino Rivero para formar la Fundación pública que le entrega nuestro patrimonio a la empresa de los Chillida, Zabalaga Leku.

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De un tiempo a esta parte el discurso oficial ha cambiado. El mantra que repiten como loros los representantes institucionales es el que asegura que no se va a gastar ni un euro público más en el proyecto. Mienten. Al mismo tiempo que dicen eso el Cabildo de Fuerteventura acaba de destinar 60 mil euros a la fundación que le han montado a los Chillida. Claro que, viniendo de las cantidades que venían robando, a estos ladrones de guante blanco 60 mil euros no les debe parecer dinero. Pero que le pregunten al 30% de personas desempleadas de la isla o a las miles que viven en ella sin recibir ninguna prestación.

Pero siguen mintiendo. Si se quiere seguir adelante con el disparate de profanar Tindaya deben acudir a las expropiaciones. La Montaña sigue siendo privada y para poder agujerearla deben gastarse otra millonada de dinero público. Las expropiaciones costarán, como mínimo, otro millón de euros más de nuestro dinero.

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El mantra dice: La obra se sacará a concurso público. La empresa que lo gane pondrá su capital para vaciar la Montaña y se le otorgará una concesión para que explote comercialmente el pretendido monumento y así recupere el dinero.

Los ladrones de guante blanco creen que de esta manera arreglan algo. Pero que alguien nos diga dónde está entonces el beneficio para Fuerteventura y Canarias. Es el negocio perfecto: se le entrega nuestro patrimonio a una empresa privada para que se lucre con él. Los socialistas y los nacionalistas canarios ni se han enterado que hay una crisis, que las fórmulas con las que han gestionado el dinero público solo ha deparado corrupción generalizada, beneficios privados, recortes públicos y un territorio plagado de obras fastuosas e innecesarias. Tindaya es el mejor de los ejemplos de su miopía política y de su déficit ético.  

lunes, 4 de abril de 2016

Fuerteventura...¿te queremos bonita?

Torretas de 52 metros de altura.


Durante estos últimos días la prensa ha ido publicando el listado de personas afectadas por la nueva Línea de Alta Tensión en Fuerteventura en uno de sus tramos. Se trata de una línea que prácticamente cuadriplicará la capacidad de transporte de energía eléctrica en esta isla (se pasa de un circuito simple de 66 Kv a uno doble de 132 Kv). Para instalar la línea completa se necesitarán alrededor de trescientas torretas de aproximadamente cincuenta metros de altura sembradas por el interior de la isla, desde Corralejo hasta Matas Blancas. Estas infraestructuras, innecesarias para la población de Fuerteventura, serán instaladas por el monopolio semipúblico Red Eléctrica Española (REE) y cuenta con el apoyo incondicional del Gobierno de Canarias y el Cabildo majorero.

Los amos

Para ejecutar este disparate que afectará irremisiblemente a una parte importante del paisaje de Fuerteventura, la REE actúa como un grupo de presión que utiliza tácticas de amedrentamiento. Desde que la población afectada por el nuevo tendido comenzó a presentar resistencia (presentación de cientos de alegaciones, recogida de miles de firmas, ruedas de prensa), la empresa envía personajes a Fuerteventura que parecen salidos de Los Soprano: localizan a personas con terrenos donde van a ser instaladas las megatorres y les ofrecen dinero. Esta maniobra se ejecuta individualmente, evitando que las personas afectadas puedan ponerse de acuerdo en defensa de sus intereses. Las cifras que ofrecen son ridículas pero juegan con la necesidad económica, en algún caso imperiosa, de la población. En todos los casos de los que tenemos constancia el discurso de los hombres de negro enviados por REE es el mismo: si no aceptan este dinero (es decir, un acuerdo entre partes) se acudirá a la expropiación y cobrarán mucho menos.

Sea por dignidad, sea porque todavía hay gente que ama su tierra, sea porque tienen que ponerse de acuerdo muchos familiares, la mayoría de los afectados ha declinado aceptar el chantaje. Es la razón por la que se han empezado a publicar la lista de personas afectadas para proceder al levantamiento de actas, paso previo a la expropiación de sus terrenos.

Los lacayos

El poder de REE, como podrán imaginar, es inmenso. Tanto que pone de rodillas a cualquier gobierno autonómico que se le cruce por el camino. Es el caso de Canarias, donde el PSOE y CC obedecen ciegamente a la empresa y le facilitan el negocio. Hace apenas dos semanas el Gobierno de Canarias declaró de interés estratégico para Canarias tal salvajada. Esta declaración le permite a la empresa y a la administración reducir a la mitad de tiempo (y de garantías) los trámites para sacar adelante el proyecto. Lo del interés estratégico tiene su propio interés: favorecer a las empresas actuantes por encima de leyes, territorio y personas. Sirva como ejemplo que en el mismo saco de barbaridades fue aprobado otro proyecto imprescindible para Fuerteventura y sus habitantes: la ampliación del Parque Zoológico Oasis Park de La Lajita.

Lo del Cabildo es para echarle de comer aparte. Utilizan la táctica del desquicio. Desde hace tres años se han celebrado reuniones entre representantes de los afectados directos (aunque en este caso toda Fuerteventura está afectada) y representantes del Cabildo, a quienes se les han entregado las miles de firmas en contra del tendido. La respuesta: buenas palabras y punto. Pero, todo hay que decirlo, con estilo. Si uno no está metido de lleno en esta lucha y se guía por los titulares de prensa (la mayoría emitidos por el gabinete de prensa del Cabildo) podría sacar la conclusión de que esa santa institución vela por los intereses de la isla y que se opone a las pretensiones de la REE. Pero a lo más que han llegado es a pedir, con la boca chica, que una parte del trazado sea soterrado. No es oficial, pero como si lo fuese: la compañía le ha contestado a Marcial Morales que si quiere soterramiento...que lo pague el Cabildo.

Mientras tanto, en sus últimas declaraciones, Marcial Morales -que le dice que sí a Dios y al diablo con la misma rotundidad- ha manifestado de magnífica noticia que prosigan adelante los planes de REE.

¿Para qué hace falta?

Lo curioso es que no se sabe para qué es necesaria una nueva y descomunal línea de alta tensión. Red Eléctrica, el Gobierno y el Cabildo no han podido -o no han querido- dar una explicación coherente. Empezaron por justificar el nuevo tendido explicando que la actual línea de 66 Kv (recientemente renovada) no aguantaría un aumento del consumo. Pero los datos son incuestionables y el consumo eléctrico ha descendido de manera continuada durante los últimos ocho años en Fuerteventura. Se ha pasado entonces a otro espurio argumento. Lo explica el presidente del Cabildo: “La línea de 132 kilovoltios permitirá una mejor penetración desde cualquier punto a cualquier punto de las energías renovables que van a ser la apuesta de Fuerteventura para los próximos años”. Pero los datos vuelven a ser incuestionables. Por un lado, la actual línea puede soportar hasta el doble de energía de la que actualmente se genera y se consume en la isla y, por otro lado, ¿de qué apuesta habla el presidente?, ¿dónde está la planificación de nuevos centros de producción de energías limpias, renovables y públicas?

Una vez más todo depende de los intereses de las empresas eléctricas: son ellas las que dictaminan la política energética de Canarias porque ellas son las que obtienen los beneficios. Existe un proyecto muy poco conocido impulsado por el Gobierno de Canarias y el Reino de Marruecos. Se llama Intermacan y, en esencia, se trata de conectar energéticamente Canarias con Marruecos. Es una conexión desigual: En Tarfaya se instalará una enorme central de energías renovables que suministrará (y venderá) la energía a las islas. Si el proyecto cuadra, Fuerteventura se convertirá en una mera autopista eléctrica de conexión entre el continente y Gran Canaria.

Puede que el proyecto quede sólo en proyecto. Pero que las empresas eléctricas y las instituciones canarias tienen una agenda oculta es incuestionable. Tan incuestionable como que Fuerteventura quedará al margen de un nuevo modelo energético, imprescindible si queremos un futuro social y económicamente sostenible. Tan incuestionable como que con la magnífica noticia de que se va a instalar esta nueva línea de alta tensión el negocio irá para otros mientras que las trescientas torretas de cincuenta metros de altura serán para nosotros.

El Cabildo majorero presentó hace poco un Plan de Embellecimiento de la isla. Le han puesto hasta un lema: Fuerteventura, te queremos bonita. En el colmo del cinismo, el Cabildo ha pedido la colaboración ciudadana. Estos, que van a instalar trescientas torres gigantescas en la isla, nos piden un compromiso colectivo para mantener la isla cuidada. ¿Se puede ser más fariseo?