sábado, 27 de febrero de 2016

Empresarios de todo el mundo ¡explótennos!



Existe una página del Gobierno de Canarias (www.canaryislandshub.com) que es un engodo institucional para que las empresas foráneas se instalen en Canarias como territorio propicio para que hagan sus negocios en el continente africano. La página dibuja un paisaje idílico para el empresariado y se recrea en nuestras maravillosas condiciones y nuestros sublimes indicadores sociales y económicos: desde un clima inigualable hasta una sanidad y una educación que ya la quisieran para sí los nórdicos esos.

Se entretiene la página, cómo no, en las maravillosas ventajas fiscales que ofrece esta sublime tierra, vergel de belleza sin par. Para los empresarios claro, solo faltaba que los y las currantes tuviesen en este Archipiélago un trato ventajoso. Los privilegios son los ya sabidos: si la empresa se instala en la Zona Especial de Canarias sòlo paga un 4% del Impuesto de Sociedades (éxito que se remarca con una llamativa y ufana estrella en la página) y si el pobre empresario todavía no lo ve claro las autoridades gubernamentales le recuerdan que puede acogerse a una exención fiscal del 90% de sus beneficios gracias a la famosa, opaca e inmoral Reserva de Inversiones de Canarias (RIC).

Pero la razón para invertir en Canarias más llamativa, vergonzosa e hiriente es la siguiente: La población canaria tiene unos costes laborales relativamente más competitivos que en el resto del terrirtorio español. El coste laboral medio por trabajador en Canarias durante el tercer trimestre de 2012 ascendió a 2.127,71 € /mes frente a los 2.598,69 € /mes de media del resto del territorio español, situando a Canarias por debajo de la media nacional.

Estos datos fueron luego actualizados y la página muestra orgullosa el siguiente cuadro:




En un reciente debate parlamentario el grupo de Podemos afeó esta obscena propaganda al Gobierno de Canarias. El presidente – tan corto como perezoso- respondió que tal propaganda de la explotación era un ejercicio de transparencia y que sí, que él gobierna para los empresarios porque son los que crean empleo. No se observó, ante tal sentencia, ni un atisbo de incomodidad en su socio de gobierno, el PSOE;, ni una mala cara, ni una matización posterior.


No sabemos si esto es lo que hay o simplemente esto es lo que tenemos: un partido nacionalista deseoso de que el capital foráneo nos colonice como plataforma para colonizar el continente africano y un partido socialista orgulloso de nuestros salarios de miseria. Sea lo que sea, esto no es el mundo al revés. Es el mundo real que nos invita al exilio, aunque sólo sea para perder de vista a estos impresentables que se muestran tan felices por las penas de nuestro pueblo.