martes, 23 de junio de 2015

Fuerteventura soy Yo (y lo dejo por escrito)

(Imagen obtenida de Fuerteventuradigital)


En esta fotografía aparecen siete personas, seis se dedican a la política y una es un empresario. Están presentando la edición de un libro: Fuerteventura. La cultura del agua. En el libro han participado -investigando y escribiendo- veinticinco personas. Ninguna de ellas intervino en la presentación. No fue acto cultural, fue un esperpento político. La clase política majorera se supera y supera nuestra capacidad de asombro. Cuando pensábamos que ya habían agotado sus estrategias obscenas, se refundan e inician un nuevo viaje hacia sus ombligos. Cualquier día de estos mandan a sus egos a que ocupen el aforo para aplaudirse a sí mismos. Están muy mal pero no lo saben. Su falta de escrúpulos es directamente proporcional a la vergüenza que sentimos. Un libro sin sus autores, la cultura sin sus interlocutores. Dan pena, necesitan ayuda urgente; o los apadrinamos o esta gente va a acabar mal de la cabeza.

Hubo más, no se crean. El presidente que se va (de cargo en cargo y tira porque le toca) se echó un mitin. Como está gravemente afectado de tindayitis habló, cómo no, de la importancia del agujero de Chillida. El libro va de la cultura del agua, pero como si quiere ir de la floración equinoccial de los nísperos. Chillida lo inoculó de megalomanía y el hombre se ha quedado rebotando en el interior de sus esculturas. Le pueden preguntar por el ascenso de la Unión Deportiva que él contestará que Chillida fue un gran portero.

El disparatado acto tuvo más momentos gloriosos. Aunque no estaba anunciado, se presentaron por sorpresa -y con alevosía- tres libros más. Aunque poco favor hacemos a la cultura denominando libros a esos tres panfletos. Dos de ellos (Fuerteventura. Arte, identidad y patrimonio y Fuerteventura, el valor artístico de la naturaleza) prologados, faltaría más, por Mario Cabrera, son copias literales de trabajos ya publicados y, por lo tanto, prescindibles. En los copyright de ambos aparece la siguiente leyenda: De los textos: José Armas y los autores. Ya puede usted volverse loco buscando que no va a encontrar a los autores legítimos por ningún sitio. Están desaparecidos, como los autores de La cultura del agua en el acto de presentación. Qué mas da. Lo importante es que el acto y los libros se presentaron un día antes de que Mario Cabrera fuese relegado en sus funciones como presidente del Cabildo. De ahí las prisas por editarlos. Y así salieron.

El tercer libro sorpresa es casi un códice, pero de la vanidad. Se titula Cabildo de Fuerteventura, institución centenaria, 1913 – 2013. Pero bien podría titularse Qué bueno es don Mario o Autorretrato de Mario Cabrera con Fuerteventura al fondo. El presidente sale en veinte fotografías. Como se hizo a toda pastilla, para mayor gloria de nuestro hombre, hay fotografías repetidas, desenfocadas, descuadradas. Para que se hagan una idea del contenido basta el título del primer capítulo: 20 años sin subir el precio del agua. Y así, todo. El panfleto es una oda a la miseria intelectual. Daría risa si Mario Cabrera se hubiese pagado la edición de su bolsillo. Pero lo pagamos usted (y todos los ustedes) y yo. Si lo ven en las librerías ni se les ocurra comprarlo: sería pagar dos veces por las memorias de un hombre que cree que la isla es suya.

4 comentarios:

  1. Don Mario un señor que se ha echo millonario con la política sabiendo que el dinero no lo es todo, deja que se abrillante su personalidad una corte de pelotas y rastreros pagados con sus puestos de trabajos en las instituciones le pasan el paño diariamente sacando le brillo, son los coroneles de siempre de esta isla tan machacada por el infortunio de estas clases señoriales.

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  2. Este señor ha ganado más de un millón de euros en estos doce años en el Cabildo en su sideral nomina, otro tanto en dietas.
    Ha metido una gran parte de su familia y la de su mujer en las instituciones de la isla y el Consorcio de Aguas.

    Ha metido a su suegra como conserje en el Cabildo
    Ha hecho que su mujer sea jefa de Asuntos Sociales en el Ayto de Puerto del Rosario.
    También ha metido a todos sus amigos y personas que gravitan en su órbita.
    Ha chachuelleado su plaza de funcionario para toda la vida en el Cabildo insular, no una plaza cualquiera la máxima categoría que existe.
    Ha hecho buenos negocios con la asesoría de su cuñado.
    Y UN INTERMINABLE ETC, ETC.
    Y encima pretende que les demos las gracias.

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  3. Giráldez a ti no te paga el Cabildo los libros también?

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    1. Querido seguidor: No es de eso de lo que trata el artículo. El Servicio de Publicaciones del Cabildo realiza, en líneas generales, una muy buena labor. Pero no es el caso con las publicaciones que critico, en especial la hagiografía de Mario Cabrera.
      No obstante, dado su interés, la respuesta es NO. Conste que no pasaría nada porque, le recuerdo, esa institución vive de nuestros impuestos, con lo cual no me harían ningún favor. Es como, para que usted me entienda, usted se beneficiara del dinero que cada año paga el Cabildo a los estudiantes en prácticas. Usted puede ser crítico con la institución y beneficiarse en justicia de esa subvención, porque, ese dinero, también es suyo.
      Mis publicaciones (salvo una, publicada por Ediciones Ideas) están editados por colectivos sociales que luchan por transformar esta desigual realidad. Este autor ni siquiera se lleva un euro de las ventas de sus libros, sino que los beneficios se ingresan a esos colectivos para que puedan disponer de fondos para sus necesarias luchas de transformación.
      Espero haberle aclarado su duda. Y muchas gracias por ser tan fiel seguidor de este blog.

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